Brasil es tan extenso y rico en escenarios naturales, que no es extraño que sorprenda con destinos que no están anotados en las rutas tradicionales de los turistas y que son una excelente opción para disfrutar de las bondades de ese país, pero sin la aglomeración de personas que suelen tener urbes como Río de Janeiro o Sao Paulo.
Sao Miguel dos Milagres
A solo 106 kilómetros al norte de la ciudad de Maceió, San Miguel de los Milagros es considerado el destino más hermoso de la región conocida como la Costa de los Corales y quienes lo conocen aseguran que es el lugar ideal para disfrutar del descanso y relajación que entrega una hermosa vegetación y un mar de aguas tranquilas. Allí se encuentra Casa Acayú que ofrece posada y bungalos. También está la posada Coté Sud emplazada muy cerca del centro de San Miguel, en una zona declarada como protegida de la playa Porto Da Rua. Su estratégica ubicación la pone al alcance de las ciudades de Recife y Maceió, lo que la convierte en un excelente destino por descubrir.
Barra de Sao Miguel
Este balneario sobresale por ser una zona donde se impone una vegetación que ha mantenido en secreto playas de arenas finas y blancas bañadas por un mar turquesa, las cuales invitan a descansar y simplemente disfrutar del entorno. Es un municipio que, al igual que Sao Miguel dos Milagres, también se halla en el estado de Alagoas, pero queda al extremo sur de la localidad a poco más de 33 kilómetros de Maceió. Entre sus atractivos figuran bellas piscinas naturales en la costa como resultado del arrecife de coral que cruza la costa. Allí está el hotel Gungaporanga, un exclusivo recinto en un acantilado que ofrece una maravillosa vista con una laguna y una bella costa. Sus instalaciones son lujosas y sustentables para armonizar con el medio ambiente. Destaca su decoración que da preferencia a la artesanía local.
Maraú
La península de Maraú es para muchos una zona donde se halla una gran variedad de paisajes con una belleza especial, conformada con grandes plantaciones de cocoteros, playas casi desiertas, lagunas y piscinas naturales junto a grandes extensiones de manglares, selva tropical, ríos y mucha vida salvaje. Este pueblo data de 1705 y es un asentamiento de pescadores que se ha mantenido por años casi oculto de los extranjeros, ya que no es de fácil acceso por carretera. Se halla en la zona sur del estado de Bahía, entre el Atlántico y la bahía de Camamú. En este lugar se encuentra Butterfly House Bahia, un ecoresort, considerado por muchos uno de los hoteles más lujosos de la zona norte de Brasil y que se encuentra en un área declarada como Patrimonio de la Humanidad; resalta por su generosa vegetación, sus playas, que son un verdadero paraíso, y sus lagunas de agua dulce.
Boipeba
Este rincón de ensueño está en el estado de Bahía y es desde hace un tiempo un destino altamente solicitado por los turistas, aún cuando se mantiene fuera de las rutas populares. Frente a su costa los viajeros pueden disfrutar de un bello arrecife de coral y de la reserva de manglares más grande de Brasil. Una opción es hospedarse en la Pousada Mangabeiras, un lugar que ofrece todas las comodidades para vivir una experiencia única en medio de naturaleza virgen. Está ubicado al final de la playa Boca da Barra a un costado del delta del río Inforno, cuyas aguas desembocan en el Atlántico.
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