China inauguró el mayor puente sobre el mar del mundo, de 55 kilómetros de largo, que une las ciudades de Hong Kong, Zhuhai y Macao. La vía reduce la distancia entre las tres ciudades de más de 3 horas a 30 minutos, lo que facilita el flujo de pasajeros y turistas por la región. En la construcción se levantaron gigantescos pilares, dos islas artificiales (una de ellas en la foto) y 6,7 kilómetros de túneles submarinos. En total se usaron 400.000 toneladas de acero, además de más de un millón de metros cúbicos de hormigón. Costó más de 16.000 millones de euros y su objetivo es fomentar la economía en la gran bahía del delta del río Perla, que el Gobierno quiere convertir en un centro económico tecnológico que compita con Silicon Valley.