El mercado de nuevas plataformas de alquiler de alojamientos particulares conforma una competencia directa para los hoteles tradicionales de América Latina, que si no optan por digitalizar su presencia en internet y ofertar atractivos sociales, acabarán como la última opción para los viajeros.
Así lo explicó el experto español en mercadotecnia turística y director de Innovación Rivera Maya Sostenible, David Vicent, quien se refirió a que portales de alquiler de viviendas particulares como Airbnb, calan cada vez más en las zonas urbanas.
Ante la preferencia de ese nicho que es ocupado por viajeros jóvenes que buscan alquilar y conocer el entorno social que rodea a un destino, Vicent explicó que es la hora de que los negocios de hostelería implementen un concepto “híbrido” entre lo tradicional y alternativo.
“Si los hoteles no identifican los cambios en la ecuación de valor de la demanda, un destino dejará de ser atractivo y los hoteles acabarán vacíos”, manifestó Vicent que trabaja a la par con proyectos de la Organización Mundial del Turismo (OMT).
Comentó que la situación tiene su trasfondo en variables que han trastocado el accionar de los hoteles, como la adaptación a nuevas tendencias digitales, el consumo de la información por los clientes, y las cambiantes preferencias de los viajeros.
“Es preocupante. Los sitios que ofrecen hospedajes tradicionales no se han adaptando a nuevos modelos de demanda como los ‘youth hostel’ (albergues para jóvenes), que ofrecen un estilo social y casi siempre tienden a estar llenos, en comparación con los convencionales que tienden a tener una ocupación de 20%”, dijo.
El experto comentó que peligra la sostenibilidad turística si los hoteles no se adaptan, dado que están en juego los empleos, las marcas de los destinos y el factor social de las comunidades turísticas por excelencia.
Pero Vicent está lejos de creer que la mayor parte de la culpa la tienen los nuevos conceptos de alquileres de vivienda, sino que lo atribuye a la falta de la legislación que hay para regular la competencia de las empresas con plataformas virtuales en Latinoamérica.
“Las leyes no favorecen a la oferta tradicional que es la que realmente genera empleos; la otra plataforma manejada por personas particulares en su mayoría no aporta a los impuestos y tampoco agrega valores al territorio”, lamentó.
Sin embargo, advirtió de que la generación de los ‘millenials’, que son los que optan por gestionar sus viajes a través de portales de internet, terminarán acostumbrándose a esos espacios frente a las ofertas ya existentes de los hoteles de alta gama.
El experto reconoció que el éxito de los alojamiento que brinda Airbnb se debe a que hay una mayor socialibilidad, integración y un trato mas humano con los huéspedes, aspecto que considera deben ser trasladados a los negocios hoteleros. Según datos de la plataforma web de alquiler de alojamientos, en el año que terminó en mayo pasado aumentó 148 % el número de llegadas a viviendas inscritas en la región, hasta llegar a 5,2 millones de personas, y se duplicó la cantidad pagada por el alojamiento, hasta totalizar 650 millones de dólares.