A orillas del Creek, el brazo de mar que divide Dubai, y en el barrio de Al Seef, una zona que une la tradición de Emiratos Árabes Unidos y el mundo contemporáneo, se inauguró un museo que con sus obras pretende desafiar la lógica.
El Museo de las Ilusiones de Dubai, que con 450 metros cuadrados de superficie es el más grande de este tipo en el mundo, esconde en su interior más de 80 obras de arte clasificadas en 3 categorías de ilusiones: maestras, grandiosas y ópticas.
El edificio que lo acoge emula una antigua torre de viento, construcción tradicional árabe precursora del actual aire acondicionado, y se encuentra ubicado en un entresijo de calles estrechas de color arena.
“Quienes traspasan nuestras puertas pueden aprender mucho sobre la visión, la percepción del cerebro humano y la ciencia a través de exhibiciones personalizadas que descubren cómo y por qué nuestros ojos ven cosas que el cerebro no comprende”, dijo el propietario del espacio, Mohammed Al Wahaibi.
En los pasillos de tan peculiar museo se puede encontrar, por ejemplo, la ilusión de la Caja Mágica, una vitrina de cristal con un objeto que, dependiendo el lado desde donde se mire, puede parecer triangular o cuadrado.
Otra de las obras más populares es el Clon, que permite al visitante sentarse en una mesa y jugar a las cartas con cinco clones de uno mismo. También cuenta con el túnel Vorte, un cilindro giratorio que engaña al cerebro y pone a prueba el equilibrio de las personas que caminan sobre él, o la sala Ames, donde los visitantes encogen o crecen dependiendo de su posición en la habitación.
“Nuestras exhibiciones son, en su mayoría, ilusiones clásicas reinventadas que han sido cuidadosamente seleccionadas con el fin de asegurar el mayor atractivo posible para los residentes cosmopolitas y turistas internacionales de la ciudad”, señaló Al Wahaibi.
El nuevo museo es divertido y también tiene en cuenta la parte educativa y cultural, pero es además un paraíso para los amantes de la fotografía, que pueden capturar imágenes únicas muy alejadas del entorno cotidiano.
Desde allí, a escasos metros de su ubicación, se pueden ver los tradicionales dhows mientras surcan las calientes aguas del Creek.
El dato
Por 19 euros (21,9 dólares) se puede acercar a estas ilusiones, que provienen de todas las partes del mundo y que integran una franquicia que empezó en Croacia.