Lanzarote. Esta isla española destaca por ser Reserva de la Biósfera y albergar el Parque Nacional de Timanfaya. Es uno los pocos lugares que cuenta con una certificación Biosphere Responsible Tourism, un reconocimiento al esfuerzo que se ha hecho para transformar la isla en un lugar donde toda acción apunta a preservar el entorno y los recursos naturales se utilizan de manera inteligente, lo que asegura su prolongación en el tiempo. Por ejemplo, dispone de un centro de datos que emite informes constantes sobre la afluencia de turistas y, además, ofrece varios estudios de capacidad de carga para poder regular la entrada y salida de los visitantes.
Soneva Fushi. Es un complejo turístico en la lejana isla Kunfunadhoo de Las Maldivas, en el océano Índico, y estuvo varios años deshabitada hasta que Eva y Sonu Shivdasani tuvieron el dinero y la visión de construir un innovador resort que conjugara el máximo lujo para sus huéspedes, con instalaciones que tuvieran un impacto mínimo en el medio ambiente. Desde 2014 el complejo resalta por ser absolutamente neutral en emisiones de carbono.
Inkaterra Guides Field Station. En el pasado fue una estación de investigación científica y ahora brinda servicios de alojamiento a turistas, investigadores y voluntarios de todo el mundo en un refugio en la selva amazónica de Perú, dentro de la reserva nacional Tambopata. No solo destaca por el sitio donde se encuentra emplazado, sino también por desarrollar proyectos de conservación que son supervisados por Inkaterra, un organismo sin fines de lucro. El hospedaje cuenta con cuatro cabañas con terraza privada y pabellones compartidos.
The Emerald. Este parador turístico ecológico está ubicado en el condado de Cornwall, al suroeste de Inglaterra, y es considerado como el único servicio de alojamiento en el Reino Unido con cero emisiones de carbono. Esto significa que el complejo genera su propia energía eléctrica, así como también el agua que se consume. Además, utiliza solo materiales reciclados y procesan todos sus desechos para que no impacten el medio ambiente. Destaca además sus esfuerzos de reforestación con especies nativas.
Santa Fe. En esta ciudad de Nuevo México, Estados Unidos, el centro histórico y sus alrededores se proyectaron para resguardar la herencia arqueológica y autenticidad cultural de los pueblos originarios que habitaban estas tierras. Destaca, por ejemplo, el Mercado Indio que tiene más de un siglo de existencia y la plaza central, de la que aseguran se mantiene en las mismas condiciones que cuando fue inaugurada.