Ámsterdam, Machu Picchu, Venecia, Mallorca e Ibiza son destinos vacacionales por excelencia, pero resulta que ahora, ante las consecuencias del turismo masivo, las autoridades de estos lugares han decidido poner límites a la cantidad de viajeros, reglamentar horarios de entrada, reducir número de hospedajes y multar a turistas que no obedezcan las nuevas disposiciones
Por ello, aquí una lista de alternativas a esos lugares tan concurridos.
Hamburgo. Es una opción en vez de Ámsterdam. Al igual que la capital holandesa, la ciudad vieja de Hamburgo bordea una serie de canales espejados; sus edificios tienen fachadas de ladrillo y techos cobrizos patinados, y tanto carros como bicicletas atraviesan sus estrechos puentes. Otra opción es Estocolmo, por sus edificios costeros barrocos dispuestos sobre una cadena de islas.
Pascua. Esta isla es una alternativa en lugar de Machu Picchu, donde entraron en vigor horarios de entrada y se establecieron estrictas normas para los visitantes (como que solo pueden movilizarse con un guía certificado). Pero hay otros destinos igual de mágicos a los que acceder es mucho más fácil que a la ciudadela inca. Puede dirigirse al oeste –muy al oeste– hasta la isla polinesia de Moais (mejor conocida como Isla de Pascua), en la costa de Chile. Otra opción es Antigua, en Guatemala, que como Cuzco, en Perú, desborda un aire colonial.
Colmar. Esta ciudad francesa, ubicada en la ruta del vino de Alsacia, surge como opción a Venecia. Allí podrá dar un paseo en góndola por canales pintorescos y disfrutar de una cocina increíble. Otra opción es Annecy, una localidad alpina lacustre en el sureste de Francia, donde podrá navegar en lanchas rápidas y comer croissants en los jardines europeos ribereños.
Hvar. Tanto Mallorca como Ibiza han establecido restricciones al turismo (fijaron un número máximo de camas en los hoteles y decidieron multar a quienes alquilen sus viviendas en la plataforma Airbnb). Por eso, si lo que busca es dormir en la playa e ir de fiesta todas las noches, diríjase a Hvar, una isla en el mar Adriático, frente a la costa de Croacia, en la región de Dalmacia central. Comparte con Ibiza el glamour de los yates y la fama de los clubes de playa, que han venido ganando impulso en el último decenio. Pero ojo: el alcalde, Riki Novak, ha impuesto una serie de multas a los desenfrenos, pues no quiere mochileros sin camisa y alcoholizados.