“Los últimos serán los primeros” es la principal fórmula para que al desembarcar, la maleta salga entre las primeras en la correa. La idea es esperar la hora límite para realizar el check in porque las maletas se manipulan y guardan en la bodega del avión en el orden en el que se registran. Así que las últimas serán las primeras en salir. Otra opción es ponerle a la maleta una etiqueta de “frágil”, así se embarca de último también.