Si el príncipe guerrero Thor, semidios del trueno, viajara a Venezuela, seguramente se instalaría en un palafito de Ologá, al sur del lago de Maracaibo, estado Zulia. Allí cada noche, echado en una hamaca, recargaría energía para nuevas aventuras rodeado de los imponentes y únicos Relámpagos del Catatumbo.
Este fenómeno meteorológico es casi mítico. No basta investigar sobre él, hay que contemplarlo para observar su grandeza. No en vano atrae a gran cantidad de visitantes, incluido estadounidenses, alemanes y japoneses.
Las impactantes descargas eléctricas se originan por el choque de temperaturas entre las nubes que penetran la superficie del lago en la tarde noche, cuando la evaporación es mayor. La NASA ha considerado esta área como la capital mundial de los relámpagos.
Para viajar a conocer el fenómeno es recomendable contactar a una agencia turística que conozca la zona y organice el trayecto y la estadía en el hogar de algún miembro de la comunidad que acostumbre a recibir turistas.
Una alternativa de ruta es partir de El Vigía, ciudad del estado Mérida que limita con el lago de Maracaibo. A dos horas y media de distancia, en carretera, se llega al Parador Turístico de Puerto Concha, que ya es territorio zuliano y punto de partida de una travesía inolvidable. Aquí comienza el sol, así que es buen momento para untarse de protector solar.
En ese punto, donde usualmente está disponible personal de Inparques, se puede abordar una lancha de motor que navega por un caño paralelo al Parque Nacional Ciénaga Juan Manuel, deleite para los observadores de aves debido a que es hábitat de miles de especies, algunas endémicas como el chicagüire. También es posible ver familias de monos araguatos en las copas de los árboles.
Si se visita la zona en el segundo semestre del año. se coincide con la temporada de pesca de cangrejos azules (o jaibas). Los pescadores salen a las 4:00 am y se cubren por completo con ropa para protegerse del inclemente sol que comienza a pegar temprano en la mañana. Para esta actividad usan la técnica del palangre. También se puede pescar bocachico y corvina.
De Puerto Concha hasta el caserío de Ologá, pasando el sector Chamita y la comunidad de pescadores de Congo Mirador, el viaje dura aproximadamente cuatro horas. En algún punto del trayecto, el agua cambia de color por los sedimentos del río Catatumbo. Si es de día el lago se confunde con el cielo pálido y crea un paisaje fantasioso, surreal.
Aunque se presenta durante todo el año, los relámpagos son mucho más visibles entre los meses de octubre y noviembre. Una vez que se oculta el sol comienzan a aparecer algunos destellos de luz (y quizá mosquitos, así que tampoco olvide su repelente). Algunos guías recomiendan incluso tomar una siesta y levantarse de madrugada o simplemente desvelarse, pues el fenómeno tiende a ocurrir entrada la medianoche y madrugada.
Cuando empieza la tormenta no hay un espectador al que no se le salga un “Wao”. Los rayos se pintan por todos lados y en todas direcciones: verticales, horizontales, diagonales, a veces uno solo, a veces varios al mismo tiempo. Sin embargo, la mayoría se muestra en silencio y poco se oyen los truenos, a menos que el fenómeno venga en compás de una lluvia intensa.
Amaneceres y atardeceres también son de otro mundo: se reflejan en el agua y en el zinc de los palafitos que constituyen esta sencilla pero orgullosa comunidad.
Aventura electrizante
Como preámbulo al estreno de la película Thor: Ragnarök, producida por Marvel Estudios, disponible en las pantallas de cine nacionales el próximo 3 de noviembre, el equipo de Cine Color Venezuela invitó a un grupo de periodistas a una expedición en búsqueda de este superhéroe asgardiano entre los Relámpagos del Catatumbo.
La organización de esta aventura corrió por cuenta de Akanan Travel & Adventure, agencia de viaje con más de 20 años de trayectoria en hacer realidad viajes de naturaleza únicos en Venezuela y que, recientemente, ha comenzado a expandir sus fronteras. Para conocer más sobre sus servicios, pueden visitar su sitio web www.akanan.com o sus cuentas en Instagram y Twitter: @akanantravel y Facebook: Akanan Travel & Adventure.