El café de altura y el turismo han iniciado una alianza en Honduras para promover más el consumo del grano y los diferentes atractivos que ofrecen a turistas y productores las seis regiones donde se cultiva el aromático, distribuidas en 15 de los 18 departamentos del país centroamericano.Una de las zonas donde se produce el mejor café de Honduras es la de occidente, que abarca los departamentos de La Paz, Intibucá, Lempira, Santa Bárbara, Ocotepeque y Copán, con fincas a una altura que oscila entre los 1.300 y 1.700 metros sobre el nivel del mar.En Capucas, Copán, al nacional y extranjero les espera una belleza natural impresionante y un clima que invitan a quedarse en cualquier tiempo para conocer cómo se produce uno de los mejores cafés de Honduras, país que se ha convertido en el primer productor del grano en Centroamérica y el tercero en Latinoamérica.En esta comunidad a 1.300 metros sobre el nivel del mar fue fundada en 1999 la Cooperativa Cafetalera Capucas Limitada (Cocafcal), que aglutina a casi 1.000 productores de varios municipios de los departamentos de Copán y Lempira.El Ihcafe y el IHT han iniciado una alianza que se conoce como la Ruta Turística del Café, la que fue lanzada en Tegucigalpa el pasado 11 de noviembre por el presidente hondureño, Juan Orlando Hernández, quien también es productor y promotor del café de su país.La Cocafcal, que cultiva café orgánico, produce además miel de abeja para consumo interno y desarrolla proyectos sociales.Además, han construido un complejo de cabañas familiares para turistas nacionales y extranjeros con cocina, dos habitaciones, sala, baño y piscinas, a lo que se suman senderos entre las fincas y la práctica de deportes de aventura como la tirolina (canopy).En el departamento de La Paz se localiza la finca El Edén, cuyo propietario, Francisco Rodas, dijo que se siente «orgulloso de tener una taza de excelencia» del aromático.»Aquí producimos un café con aroma y sabor de altura», subrayó Rodas, quien maneja su finca de 65 hectáreas como empresa familiar en una región entre 1.450 y 1.500 metros sobre el nivel del mar.Rodas es dueño de una finca modelo a la que llegan productores, estudiantes y compradores de café en grano y tostado.El lema de Rodas es que si su café «no va con norma de origen, no sale de la finca», que se ha convertido en parada casi obligada para conocerla y disfrutar de su excelente aromático y ambiente natural.La gerente de denominación de origen de Café Marcala, Zoila Moreno, dijo que de la calidad del grano cultivado en esta zona dan fe consumidores de Europa y Asia, y que el riguroso proceso de producción y calidad, a cargo de un consejo regulador, protege el nombre de la marca y el prestigio del país.Agregó que cuentan con microlotes para taza de excelencia, lo que les ha permitido vender la libra de café (alrededor de medio kilo) a un precio entre cuatro y cinco dólares.Un concepto similar al de Capucas, de cultivo y servicios para productores de café y el turista, ofrece la Finca Santa Elena, en el departamento de Intibucá, donde su propietario, Nelson Guerra, dijo que cultivan el grano a 1.350 metros sobre el nivel del mar.Una de las áreas de cultivo de café de esta finca, que se localiza en la comunidad de San Juan, con una extensión de unas 45 hectáreas, que producen más de 80 quintales cada una, es sombreada por un bosque de pinos, árbol común en Honduras.En esta finca, que también ofrece cabañas con piscinas y otras áreas recreativas, se dedican además a la crianza de cabras, ovejas, aves, pesca de tilapia y el cultivo de chile morrón, entre otros.El café de la Finca Santa Elena se caracteriza por su dulzura, sabor a chocolate, caramelo o menta, lo que le hace diferente a otros cafés de la zona.Los productores de la región cuentan con el apoyo del Ihcafe, que a pocos kilómetros de la finca de Francisco Rodas maneja un Centro Experimental donde también se produce un café a 1.440 metros sobre el nivel del mar, que se exporta a Corea del Sur.El centro se dedica a la extensión, investigación y transferencia de tecnología, entre otras actividades a favor de los productores, como Francisco Rodas, en un país que en 1950 sus exportaciones de café llegaban a 250.000 sacos, indicó el coordinador general de Centros Experimentales del Ihcafe, Napoleón Matute.Para el presente año se espera que la producción de café de Honduras, que está a cargo de unos 110.000 pequeños productores, llegue a unos ocho millones de sacas de 100 libras (45,4 kilos) y deje ingresos por unos 1.000 millones de dólares.En los últimos años muchas fincas fueron afectadas por la roya del café, lo que no ha desanimado a los productores del occidente del país, quienes consideran que la solución al problema de esa plaga y el cambio climático no está en cambiar la variedad del grano que se cultiva, sino «en cambiar de actitud», por eso siembran más.