1. Examine las sábanas, el colchón y la cabecera de la cama para combrobar si no hay ácaros. Pueden ser difíciles de identificar pero se ven como pequeñas manchas marrones.2. La habitación puede parecer limpia, pero existen focos de gérmenes que no están precisamente en los baños, como los interruptores de luz, el control remoto o las manijas de las puertas. Páseles un trapo con un líquido antibacteriano.3. Retire el cubrecama. Las sábanas y las fundas son fáciles de lavar, pero los cubrecamas, no. Reneta McCarthy, ex directora de limpieza de una cadena hotelera estadounidense, reveló que algunos son cambiados solo cuatro veces al año.5. Desconecte el reloj alarma. El anterior huésped quizás dejó programado el despertador a las 4:00 am y usted sufrirá las consecuencias.