Este 1 de agosto se cumplieron dos meses del nuevo modelo de venta de gasolina en Venezuela: subsidiada y en dólares. La aplicación de esta modalidad coincidió con la llegada de cuatro tanqueros provenientes de Irán.
Sin embargo, no pasaron dos meses y las colas y la escasez de combustible volvieron a las estaciones de servicio en buena parte de los estados.
El nuevo esquema de venta de gasolina fue anunciado por Nicolás Maduro el pasado 30 de mayo. Ese día, indicó que quienes se inscriban en el sistema patria pagarían el litro de combustible a 5.000 bolívares (unos 2,5 centavos de dólar); y los que se niegan tendrían 200 gasolineras, manejadas por privados, a 0,50 dólares por litro.
Después del anuncio de Maduro las colas por combustible fueron disminuyendo. Para quienes surten subsidiada se estableció un esquema de compra por número de placa, pero desde finales de julio en estados como Zulia, Táchira, Mérida, Lara, Carabobo, Nueva Esparta Aragua, Monagas, Bolívar se empezaron a reportar largas colas hasta para surtir gasolina en dólares.
Los buques de Irán
La madrugada del 24 de mayo arribó a Venezuela “el Fortune”, el primer buque que envió Irán hacia Venezuela para aliviar la escasez de gasolina que se agravó al inicio de la cuarentena para evitar la propagación del covid-19, y que llevó al cierre de cientos de estaciones.
El Fortune trajo al país 270.000 barriles. Luego llegaron el Forrest, con 275.000, y el Faxon, con 268.000. Después arribaron Petunia y Clavel, que según autoridades trajeron también aditivos para procesar gasolina en el país. Expertos en materia petrolera dijeron que este combustible iraní solo alcanzaría para abastecer a Venezuela en un promedio de 37 días, y según demuestran las colas, se cumplió.
Largas colas en Aragua y Carabobo
En los estados Aragua y Carabobo las colas por subsidiada también son kilométricas, y si quieren permanecer menos tiempo en una fila deben pagarla dolarizada; los ciudadanos aseguran que pasan al menos unas cinco horas para llenar el tanque con esta modalidad.
El director ejecutivo de la Federación Unitaria de Trabajadores Petroleros de Venezuela (Futpv), Eudis Girot, dijo el pasado domingo 2 de agosto que la escasez de combustible en el país se debe a que “la gasolina de Irán se acabó” y que las refinerías continúan inoperativas.
“Las pocas reservas que quedan en los tanques de PDVSA andan por el orden de los 15.000 barriles. Eso va a ser dedicado solo a los sectores priorizados. El que está haciendo cola en las estaciones de servicio está perdiendo su tiempo: no hay gasolina”, explicó el sindicalista.