Tamara Adrián, diputada a la Asamblea Nacional por Voluntad Popular, fue señalada de certificar la legalidad de una serie de préstamos a Petróleos de Venezuela en el año 2012. El proceso ha sido calificado por la justicia estadounidense como la vía para malversar 4,500 millones de dólares, por lo que es considerado como el mayor caso de corrupción chavista visto hasta ahora.
En un documento legal escrito tres años antes de convertirse en parlamentaria, la diputada transgénero concluyó que los préstamos otorgados en bolívares a Pdvsa y cancelados posteriormente en dólares eran perfectamente legales. En él se indica también que estos cumplían con todas las leyes y requisitos, reseñó el diario el Nuevo Herald.
En la investigación publicada en el diario estadounidense, aseguran que dichas operaciones presuntamente permitieron a los banqueros venezolanos Luis Oberto e Ignacio Oberto volverse inmensamente ricos, con la asistencia del banquero suizo Charles Henry Beaumont, según las investigaciones llevadas a cabo por el Departamento de Justicia de Estados Unidos.
«Las autoridades de Estados Unidos han estado investigando a De Beaumont, Luis Oberto, Ignacio Oberto y otros por su participación en una conspiración, desde aproximadamente 2012 hasta 2014 para transferir y lavar los recaudos de los fraudulentos esquemas cambiarios para desfalcar las reservas venezolanas en moneda extranjera», explicó el Departamento de Justicia en una carta dirigida en mayo de 2018 a las autoridades suizas en que solicitaba información sobre el banquero suizo.
El documento obtenido por el Miami Herald y el Nuevo Herald, establecen que las pesquisas realizadas por las autoridades detectaron la existencia del desfalco al sistema cambiario venezolano, así como un sistema de lavado de dinero, que involucraba “un contrato de préstamo fraudulento firmado entre Pdvsa y varias compañías de maletín” en marzo de 2012.
“Los hermanos Luis e Ignacio Oberto sirvieron como los beneficiarios de los contratos de varios miles de millones de dólares. Las investigaciones apuntan a que este esquema de malversación del sistema cambiario venezolano no era más que un mecanismo para desfalcar las reservas en moneda extranjera de Venezuela y lavar sus beneficios”, se lee en el documento.
¿Cómo funcionaba la operación?
Pdvsa recibía un préstamo en bolívares para su operaciones dentro de Venezuela y al cabo de pocas semanas pagaba los créditos en dólares, haciendo uso del tipo de cambio oficial, el cual era entre 5 y 10 veces más bajo que el tipo de cambio utilizado en el mercado libre.
Con este esquema, un individuo podía convertir 6 millones de bolívares en un millón de dólares, y luego convertir ese millón de dólares en 60 millones de bolívares, resalta otro de los documentos del Departamento de Justicia entregado a las autoridades suizas.
El beneficio final luego era movilizado mediante compañías de maletín y eventualmente lavado, según las investigaciones.
Otro caso similar que implica a los hijastros de Maduro así como a los empresarios venezolanos Francisco Convit, Alejandro Betancourt y Raúl Gorrín, involucran un menor monto de hasta $ 1,200 millones.
Tamara Adrián se defiende
La parlamentaria aseguró que los préstamos habrían sido pagado en dólares por Pdvsa que, a su juicio, hacían uso de la tasa de cambio de libre mercado, la cual era mucho más alta que la controlada tasa de cambio preferencial.
Esa declaración, sin embargo, no coincide con la opinión obtenida por el Departamento de Justicia mediante múltiples testimonios y documentos aportados por testigos que están colaborando con las investigaciones.
El informe de la parlamentaria
Personas familiarizadas con la operación dijeron que el informe de la firma Adrián & Adrián fue utilizado por los presuntos conspiradores para convencer a empresas venezolanas y transnacionales de participar en operaciones cambiarias a futuro.
El proceso consistía en pagar bolívares por adelantado a cambio de dólares que obtendrían en una futura fecha, a un tipo de cambio ligeramente inferior al tipo de cambio de libre mercado de la época.
Una de las fuentes dijo que de esa manera, los potenciales clientes estaban siendo convencidos de que no obtendrían problemas legales en un futuro de participar en la transacción.
Lo curioso es que ese tipo de operaciones permitía a los operadores obtener gigantescas ganancias sin tener que usar grandes cantidades de dinero propio, pues parte substancial de los bolívares iniciales para ser utilizados en los préstamos a Pdvsa provenían inicialmente de los clientes finales que compraban los dólares a futuro.