Víctor Rago es el nuevo rector de la Universidad Central de Venezuela (UCV) tras superar a Humberto Rojas en segunda vuelta. Es antropólogo y tiene una carrera de casi 40 años en los pasillos de la casa de estudios.
Entre sus metas está la modernización de la UCV y la calidad de vida para el profesorado. Su periodo será de 2023 a 2027, como lo establecen las leyes de la universidad.
Tras el anuncio de su victoria electoral este 30 de junio, Rago toma la batuta de manos de la rectora saliente, Cecilia García Arocha.
Un rector con estudios internacionales
Víctor Rago nació en San Juan Bautista de Espino, en el estado Guárico, en 1948. Es investigador y doctor en Lingüística, doctorado que obtuvo en la Universidad Sorbonne, en París.
También tiene un diplomado en Filología Hispánica por la Universidad de Salamanca.
Su llegada a la UCV se da en 1987, como director de la Escuela de Antropología durante el periodo 1987-1993. Para 1999, y hasta 2008, Rago fue decano de la misma escuela. Sin embargo, también se desempeñó como profesor en la Escuela de Letras y en la Maestría en Lingüística de la Facultad de Humanidades.
Para 2015 fue miembro y presidente del jurado evaluador de la Convención de Patrimonio Cultural Inmaterial de la Unesco.
Rago también fue líder del Grupo de Trabajo Catálogo Latinoamericano de Tesis de Antropología Social, donde representó a Venezuela.
Metas y aspiraciones como rector
Antes de ser elegido rector, se desempeñaba como profesor. Desde su papel de candidato expuso, entre otras cosas, que las autoridades de la UCV deben retomar el diálogo con el gobierno.
En una entrevista para El Nacional, Rago afirmó que “las universidades son instituciones al servicio del país, no del gobierno”.
Sin embargo, planteó que la relación con el gobierno debe ser netamente institucional. La UCV debe separar el perfil académico de su función política con el país.
Entre sus planes sobre el profesorado, Rago esperar restituir la calidad de vida de los docentes y trabajadores de la UCV.
También ha manifestado en reiteradas oportunidades que la UCV necesita una modernización en “todas las instancias”,
Entre sus propuestas está la reducción de las carreras de 10 a 8 semestres, o de 5 a 4 años. Aspira a que la UCV pueda insertarse en el mundo contemporáneo para asumir los desafíos de los tiempos que corren.
“No una universidad que se adapte pasiva y sumisa a las presiones del exterior, sino que tenga presencia activa en el debate público mundial”, expresó.