La Organización de Venezolanos Perseguidos Políticos en el Exilio (Veppex) dijo que el exministro de Interior de Venezuela, Miguel Eduardo Rodríguez Torres, quien fue liberado tras pasar casi cinco años preso y viajó este sábado a España, es «un violador de los derechos humanos» y no un «preso político».
«Es vergonzoso que quieran aparentar que están dejando en libertad a los presos políticos, cuando la realidad es que están dejando en libertad a sus antiguos miembros y colaboradores». Así lo dijo el presidente de Veppex, José Antonio Colina, en un comunicado publicado en Miami, donde tiene sede su organización.
Aunque el gobierno venezolano no se ha pronunciado, una fuente diplomática dijo a EFE que el mayor general Rodríguez Torres quedó libre y viajó a España, con escala en República Dominicana.
Previamente, medios venezolanos y de otros países, como el San Diego Union-Tribune, publicaron que Rodríguez Torres, que participó en el fallido intento de golpe de Estado de 1992 junto a Hugo Chávez y fue, además de ministro, director del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin), había sido liberado y «desterrado».
Veppex considera que Rodríguez Torres no es un preso político
Colina dijo que la liberación se logró por «intermediación» del expresidente del Gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero. También por «sectores de la plataforma unitaria» opositora participante en un diálogo en México con el Gobierno del presidente Nicolás Maduro.
Rodríguez Torres fue «el artífice de las detenciones arbitrarias y torturas a personas inocentes por lo menos durante doce años en Venezuela». De esta manera subrayó el presidente de Veppex.
«Los verdaderos presos políticos militares, como el capitán Juan Carlos Caguaripano, capitán de navío Luis de la Sotta, teniente coronel Igber Marín Chaparro, general Héctor Armando Hernández Da Costa, general Ramón Lozada Saavedra, por mencionar algunos, aún siguen secuestrados en las mazmorras del régimen», agregó.
A finales de 2021 Rodríguez Torres, que fue detenido en 2018 por «atentar contra la patria» y «contra la unidad monolítica de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (Fanb)», sufrió una crisis de hipertensión que obligó a llevarlo a un centro médico.
En julio de 2021, cinco de los seis delitos que le imputaron tras ser detenido, fueron desestimados por un tribunal y quedó pendiente de juicio por «instigar a la rebelión».
La pareja de Rodríguez Torres, Rocío Ramírez, que detuvieron como él en 2018, recibió su liberación en 2019. Actualmente vive en España.
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