Sergio Delgado, presidente del Colegio de Farmacéuticos del Táchira, alertó que en el país desde hace tiempo se están distribuyendo medicamentos importados que no están pasando por el control de calidad que exige la ley, lo que pone en riesgo la salud de quienes los consumen.
Señaló, en declaraciones de la La Prensa de Táchira, que estos fármacos se están resguardando en espacios inadecuados, lo que repercute en su efectividad.
Al país llegan medicamentos importados desde la India, Irán y China que no disponen del registro sanitario exigido para su comercialización en Venezuela. También ocurre con fármacos que ingresan por vías irregulares desde Colombia.
Riesgos para la salud
Desde el año 2021, la Federación Farmacéutica Venezolana (Fefarven) viene alertando que las farmacias del Estado no cumplen con los requisitos establecidos en la Ley de Medicamentos.
El médico Ramón Rodríguez explicó que cuando los medicamentos no tienen un correcto almacenamiento y traslado pueden generar efectos adversos o no cumplir su función de forma adecuada. Por ejemplo, si son expuestos a luz y calor pueden causar diarrea, vómito, taquicardia y hasta la muerte.
«Es un asunto muy delicado que implica un riesgo a la salud. Todo medicamento tiene un protocolo», advirtió.
Ender Colmenares, farmacéutico y dueño de una droguería en Táchira, señaló que cuando una persona va a instalar una farmacia, la permisología y los ítems que tiene que cumplir para que funcione son muchos, desde estructura, piso, techo hasta climatización.
“Preocupa es que en estas cavas no se cumplen ninguna de las condiciones ni siquiera cuenta con un regente», dijo en referencia a las farmacias móviles creadas por el Ejecutivo y que están distribuidas en todo el país.
Otro punto que ha causado preocupación en el sector farmacéutico es que en dichas unidades móviles no labora personal calificado, lo que también va en contra de lo establecido en la ley.
«Además de no contar con un regente farmacéutico como lo establece la norma, la mayoría de estos fármacos no vienen en el idioma español y los expendedores disponibles no están capacitados para adivinar, lo que representa un riesgo adicional para el paciente. Quienes hemos estudiado para ello, sabemos cuándo un medicamento es de dudosa procedencia, y si hay algún reclamo el farmacéutico debe responder, pero en caso de reclamo a dónde se puede acudir en una unidad de estas», indicó Delgado.