La Organización de Estados Americanos (OEA) inició este martes 20 de octubre una Asamblea General de dos días en la que la situación de Nicaragua y Venezuela serán el tema central de una cita que fue postergada por el covid-19, que ha golpeado con fuerza a la región.
Venezuela, que tiene programadas elecciones legislativas el 6 de diciembre, está en lo alto de la agenda.
Colombia, secundada por Bolivia, Brasil, Canadá, Chile, Costa Rica, Ecuador, Guatemala, Paraguay, Perú, Estados Unidos, Uruguay y Venezuela, presentaron un borrador de resolución titulado La falta de condiciones democráticas mínimas para garantizar unas elecciones libres, justas y transparentes en Venezuela.
Los países expresaron preocupación de que las acciones llevadas a cabo por el régimen de Nicolás Maduro socaven el proceso electoral.
El régimen de Maduro se retiró en abril de 2019 del foro regional y ahora el escaño del país lo ocupa Gustavo Tarre, que fue nombrado por la Asamblea Nacional en representación del gobierno interino.
La reunión de la OEA debía celebrarse en junio en Bahamas, pero fue aplazada por la pandemia.
«El formato virtual en el que nos reunimos hoy es un signo de la realidad en la que vivimos», dijo Almagro en la apertura de la Asamblea, en un momento en que América Latina y el Caribe sumaban 381.719 fallecidos y Estados Unidos y Canadá 229.906 muertos.
Presidenciales en Nicaragua
La petición de seis países de que haya un despliegue de una misión electoral en Nicaragua en las elecciones de 2021 es uno de los temas centrales de la reunión de cancilleres y embajadores.
Nicaragua tiene previsto celebrar elecciones en noviembre de 2021, comicios en los que probablemente el presidente Daniel Ortega, en el gobierno desde 2007, intentará volver a presentarse.
Canadá, Chile, Colombia, Paraguay, Estados Unidos y Venezuela presentaron un proyecto de resolución para que Nicaragua acepte el despliegue de una misión electoral que incluya a observadores independientes.
Estos serán los primeros comicios desde la ola de protestas que sacudió el país en 2018, movimiento que comenzó con manifestaciones en contra de una reforma del seguro social y que derivó en una movilización de rechazo al gobierno y cuya represión dejó al menos 328 muertos.