Venezuela es un peligro para Latinoamérica por la falta de preparación del sistema de salud para la llegada del coronavirus, lo que podría contribuir a una propagación regional de la enfermedad, indicaron Human Rights Watch y los Centros de Salud Pública y Derechos Humanos y de Salud Humanitaria de la Universidad Johns Hopkins.
“Es fundamental asegurar que llegue suficiente ayuda humanitaria al pueblo venezolano de manera urgente”, señalaron.
Advirtieron que la cifra real de contagiados seguramente es mucho mayor debido a la escasa disponibilidad de pruebas confiables, la total transparencia y la persecución contra profesionales de la salud y periodistas que cuestionan la versión oficial. “Como consecuencia del hacinamiento en zonas populares y cárceles, así como los problemas generalizados para acceder al agua en hospitales y hogares, es probable que el nuevo coronavirus se extienda con rapidez por el país”, alertaron.
“El éxodo masivo de venezolanos, así como la actual migración de venezolanos que ingresan y salen del país producto de la pandemia, agrava el riesgo de que el virus se extienda más allá de Venezuela”, agregaron.
Kathleen Page, médica y profesora de la Facultad de Medicina de la Universidad Johns Hopkins, señaló que la crisis humanitaria y el colapso del sistema de salud “han generado una peligrosa situación que favorece una rápida propagación del virus en la población en general”.
Dijo además que las condiciones podrían provocar que más personas intenten irse del país. “Esto desbordaría aún más los sistemas de salud de los países vecinos, poniendo en peligro más ampliamente la salud de la región”, subrayó.
Sistema de salud de Venezuela ha colapsado
HRW y los Centros de la Universidad Johns Hopkins exhortaron al secretario general de la ONU, Antonio Guterres, y al coordinador de socorro de emergencia, Mark Lowcock, a asumir el liderazgo en torno a este tema. Pidieron al Grupo de Lima, al gobierno de Estados Unidos y a la Unión Europea que ejerzan mayor presión sobre el régimen para que permita de inmediato la llegada de una respuesta humanitaria a gran escala.
“El sistema de salud de Venezuela ha colapsado”, aseguraron.
“La escasez de medicamentos e insumos médicos, la interrupción del suministro de servicios públicos básicos en centros de salud y la emigración de trabajadores sanitarios han provocado una reducción progresiva de la capacidad de proveer atención médica”, explicaron.
Venezuela está entre los últimos lugares del Índice de Seguridad Sanitaria Global: posición 180 de 195 países.
Los hospitales de Venezuela
Entre noviembre y diciembre de 2019 HRW y los Centros de Johns Hopkins entrevistaron a profesionales de la salud de 14 hospitales venezolanos. La investigación, previa a la pandemia, demostró la precariedad del sistema de salud. “Preocupante en este sentido que sea habitual la escasez de agua y la falta de saneamiento e higiene”, indicaron.
“Los profesionales médicos y de enfermería entrevistados dijeron que prácticamente no hay jabón ni desinfectante en sus clínicas y hospitales”, agregaron.
“Es muy probable que la tasa de mortalidad termine siendo mayor a la media, ya que no hay capacidad para brindar atención de alta complejidad debido a la falta de equipos básicos para radiografías, análisis de laboratorio, camas de terapia intensiva y respiradores”, afirmaron.
Manifestaron asimismo que la escasez de combustible hace más difícil que los profesionales de la salud y los pacientes puedan llegar a hospitales y que los alimentos lleguen a los que los necesitan. “Ello podría deteriorar todavía más la atención médica”, subrayaron.
Advirtieron que la enfermedad podría transmitirse con rapidez en zonas populares y en las cárceles: “Las condiciones de pobreza, hacinamiento habitacional y desnutrición en la que se encuentran muchos venezolanos son el ámbito ideal para que se propaguen enfermedades infecciosas”.
HRW y los Centros de Johns Hopkins indicaron que el régimen de Nicolás Maduro continúa sin asumir su responsabilidad por el colapso del sistema de salud, atribuyéndolo a las sanciones estadounidenses. “El desastre humanitario en Venezuela es previo a las sanciones”, recalcaron.
Iniciativas humanitarias
El director para las Américas de HRW, José Manuel Vivanco, señaló que los gobiernos preocupados por la crisis venezolana deberían financiar iniciativas humanitarias de la ONU.
“Pero para que la ayuda llegue efectivamente al pueblo venezolano, la máxima responsabilidad recae en las autoridades que responden a Maduro, por ello hay que presionarlas para que le garanticen pleno acceso al Programa Mundial de Alimentos y permitan que los actores humanitarios y médicos puedan trabajar sin temor a represalias”, sostuvo.
Recomendaciones
HRW y los Centros de Johns Hopkins recomiendan que el secretario general de la ONU, António Guterres, y el coordinador de socorro de emergencia de la ONU, Mark Lowcock, asuman el liderazgo frente a la situación venezolana y le exijan al régimen de Nicolás Maduro que adopten todas las medidas necesarias para lograr que la ayuda humanitaria llegue al pueblo venezolano, incluyendo las mencionadas en este documento.
Los miembros del Grupo de Lima, Estados Unidos y la Unión Europea, así como otros gobiernos con demostrada influencia sobre las autoridades venezolanas, deberían presionarlas para que:
- permitan el ingreso en Venezuela de una respuesta humanitaria a gran escala liderada por la ONU que llegue al interior del país, en particular, permitiendo el pleno acceso del Programa Mundial de Alimentos de la ONU y sus socios, que cuentan con capacidad logística para brindar un volumen significativo de asistencia humanitaria en todo el territorio del país;
- posibiliten que los trabajadores humanitarios locales e internacionales brinden asistencia humanitaria y tengan acceso a todos los hospitales y otros centros de atención de la salud para proveer insumos y asistencia;
- permitan que los profesionales de la salud y los trabajadores humanitarios puedan realizar su trabajo sin represalias y cerciorarse de que puedan desplazarse libremente por toda Venezuela incluso durante la cuarentena, emitiendo salvoconductos y asegurando que tengan un acceso prioritario a la gasolina; y
- permitan a expertos independientes revisar y publicar toda la información epidemiológica existente para lograr mayor transparencia sobre la verdadera magnitud de la emergencia humanitaria, ofreciendo un conteo preciso de casos y muertes confirmadas de covid-19 y reanudando la publicación de informes detallados sobre mortalidad y morbilidad.
Todos los gobiernos deberían financiar iniciativas humanitarias encabezadas por la ONU que cumplan con los estándares de esa organización sobre humanidad, neutralidad, independencia e imparcialidad en la provisión de asistencia.
El gobierno de Estados Unidos
Ante el riesgo de que las instituciones realicen un cumplimiento más riguroso de lo necesario de las sanciones financieras y sobre el sector petrolero impuestas por Estados Unidos, así como la necesidad de los venezolanos de contar con recursos suficientes para hacer frente a la emergencia humanitaria, el gobierno de Estados Unidos debería:
- volver a establecer claramente que nadie será penalizado por financiar o proveer asistencia humanitaria a Venezuela en este período de crisis de salud pública y reiterar que la asistencia humanitaria está exenta de sanciones;
- establecer procedimientos para que las empresas y organizaciones puedan enviar asistencia humanitaria a Venezuela sin controles excesivamente burocráticos ni demoras innecesarias, y
- activamente apoyar un esfuerzo humanitario robusto, liderado por la ONU, en Venezuela.