Lo que comenzó como la conmemoración a la Virgen del Valle de cada 8 de septiembre, se convirtió en la forma de traducir el anhelo de un cambio político y social en el país. Los feligreses realizaban las peticiones mediante oraciones a la patrona del oriente venezolano.
“Tengo fe en que la Virgen acomode nuestro país. Que todo lo que estamos viviendo pase y que sea lo mejor para todos los venezolanos”, expresó Consuelo de Hurtado.
Hurtado, a sus 80 años de edad, recorre 234 kilómetros desde Guárico hasta Lechería para asistir a las celebraciones de la Virgen del Valle.
Dice que sus peticiones a la patrona de los pescadores cambiaron desde que Hugo Chávez llegó al poder.
“Le pido esto a la Virgen desde que estamos en esta situación tan horrible. Yo nunca soñé que esto nos podría pasar”, dijo.
Sentada en una silla, escucha la misa en la orilla del mar, mientras le pide a la Virgen que mejore la condición de vida de todos los venezolanos.
“A mis 80 años tuvimos que volver a los tiempos en los que las mujeres pilábamos el maíz y cocinábamos en fogón. Es horrible”, asegura.
El reencuentro familiar
Una pareja agarrada de la mano y vestida de blanco lleva a la Virgen del Valle tallada en madera. Debajo de ella: un mapa de Venezuela.
“Pedimos por nuestros hijos que están fuera del país”, aseguró.
Ángel Guerra y Raiza Bustamante tienen a sus hijos fuera de Venezuela. Dos en Estados Unidos, uno en Argentina y otro en Costa Rica.
El matrimonio cumplió cuatro años sin ver a sus hijos y pide a la Virgen por un reencuentro.
Cecilia de Zerpa, de 78 años de edad, también sufre la distancia de sus familiares que han tenido que migrar al exterior. Con lágrimas en los ojos, levantó una plegaria a la Virgen para que le depare la posibilidad de ver de nuevo a sus familiares.
“Tengo nietos y bisnietos fuera de Venezuela. El dolor más grande es tener a nuestros hijos en el exterior”, dijo.
Agregó: “Todos los días le pido a la Virgen bendita que nos ayude a soportar esta pena tan grande para los venezolanos, que además hemos estado apartados de nuestra familia”.
Un cambio político
Zerpa relata que antes de la crisis política sus motivos para visitar a la Virgen cada año eran otros. “Antes era distinto. Le pedía a la Virgen por Venezuela, pero no era este desespero tan grande porque esto es una guerra. Están acabando poco a poco con nosotros, con la alimentación y con las medicinas. No tenemos nada”.
Considera que la fe es necesaria para lograr la unión entre los venezolanos y poder solucionar los problemas del país, a pesar de los esfuerzos que realizan los políticos de la oposición.
“Vine buscando la paz en esta Virgen bendita. Que nos ayude a salir de esta Venezuela que está totalmente hundida. Y con la fe de ella, que es madre de todos los venezolanos, creo que podremos salir de esto”, enfatizó.
@Marle_aib