La Organización de Venezolanos Perseguidos Políticos en el Exilio (Veppex) rechazó este martes la idea de convocar un referendo revocatorio, al considerar que le da legitimidad a Nicolás Maduro.
«No se puede revocar lo que no tiene ningún tipo de legalidad y es un planteamiento completamente absurdo». Así lo señaló en un comunicado José Antonio Colina, presidente de Veppex, con sede en Miami.
Revocatorio
El lunes el Consejo Nacional Electoral (CNE) de Venezuela informó que aprobó tres solicitudes impulsadas por el Movimiento Venezolano por el Revocatorio (Mover), Todos Unidos por el Referendo Revocatorio y el Comité Ejecutivo Nacional de Confedejunta en conjunto con el Comité de la Democracia Nacional como Internacional.
Para Veppex, estas organizaciones «están reconociendo a Nicolás Maduro como legítimo. Es un completo error caer en el juego de la tiranía que busca legitimarse por cualquier medio».
El CNE explicó que la eventual activación de este proceso requerirá que 20% de los inscritos en el registro electoral firmen.
«Es triste y lamentable que se haya pasado del ‘cese de la usurpación, gobierno de transición y elecciones libres’ a revocar a alguien que es completamente ilegitimo aunque de facto este ejerciendo el poder». De esa forma lo subrayó Colina en un comunicado.
Y manifestó que esto envía un mensaje contradictorio a la comunidad internacional.
«Y ayuda a que Maduro sea reconocido como legítimo, porque no se puede revocar lo que no tiene legitimidad», añadió.
Maduro
Maduro fue elegido en unos comicios presidenciales adelantados en mayo de 2018. Y juró su segundo mandato (2019-2025) ante la extinta Asamblea Nacional Constituyente el 24 de ese mismo mes. Pero también volvió a hacerlo el 10 de enero de 2019 ante el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ).
La carta magna venezolana establece que el presidente debe tomar juramento el 10 de enero del año en que empieza su período de mandato, pero ante el Parlamento.
Maduro no juró ante el Parlamento por un supuesto «desacato» del ente legislativo al TSJ.
Pero, más allá de dónde tomó juramento, el problema de legitimidad es de origen. Pues ni la oposición ni la comunidad internacional reconocen esos comicios presidenciales, porque no los convocó el ente electoral sino la Asamblea Nacional Constituyente que tampoco contaba con reconocimiento.