Varios venezolanos que fueron desalojados de los alrededores del Río Bravo accedieron ser trasladados a los albergues, según informó el diario mexicano El Heraldo de Juárez.
Algunos de ellos pudieron sacar unas pocas pertenencias que les habían otorgado asociaciones y grupos de ciudadanos como ayuda, antes de ser encaminados a los camiones dispuestos para trasladarlos.
“No nos queda de otra. Llegaron y nos sacaron de las casas de campaña, temo por no tener dónde tener a mi familia esta noche”, señaló José, quien prefirió no proporcionar más datos por temor a ser deportado.
Otro de los afectados es Óscar Delgado: “Nos destrozaron las casas de campaña. El frío es demasiado fuerte, temo que sea factor para que pierda a mi familia, mi esposa y mi nieta me acompañan. Debo cuidarlas”.
“Daré mi voto de confianza, ya que se nos ha dicho que nos llevan a otros lados para deportarnos y no a los albergues. Pero voy a confiar en que estemos en los refugios mientras sigue nuestro proceso allá”, agregó.
Migrantes y autoridades se enfrentaron este domingo en el norte de México debido a que los indocumentados estaban instalados en tiendas de campaña a orillas del Río Bravo, en el norteño estado de Chihuahua, limité divisorio con Estados Unidos. Fueron desalojados en contra de su voluntad.
Desde tempranas horas, 500 refugiados que vivían en este punto fueron avisados por autoridades municipales de que debían desalojar el lugar y que les llevarían a un albergue donde no sufrirían las inclemencias del tiempo y se les proveería de sus necesidades básicas.
Un gran operativo de policías municipales, estatales, Guardia Nacional, Bomberos y la Cruz Roja Mexicana rodeaba el lugar, en alerta y para exigir que se retiraran.
Los migrantes, en su mayoría de origen venezolano, no estuvieron de acuerdo con la disposición, en algunos casos hubo forcejeos entre ellos con los grupos antimotines que los desalojaban. En señal de la inconformidad, quemaron algunas casas de campañas, pero el conflicto no pasó a mayores.