La Universidad de Oriente, la de los pasillos abarrotados de estudiantes, pasó de ser un símbolo educativo de la región a convertirse en un blanco de la delincuencia.
La UDO, que se caracterizó por su programa de ciencias y el Instituto Oceanográfico, es ahora un “mercado” para antisociales que hacen de las suyas en las instalaciones desde hace años.
No solo han hurtado computadoras, televisores, proyectores, aires acondicionados, herramientas, equipos o refrigeradores, sino que también se han llevado pasamanos de aluminio, mármol de las mesas de los laboratorios, cobre de las tuberías, aluminio de las ventanas, cableado eléctrico, piezas de grifería, tuberías y sanitarios, luminarias, madera de las puertas, hierro de las rejas, instrumentos de laboratorio, piezas mecánicas, motores y cables de fibra óptica.
El resto, lo que no quieren o no pueden llevarse, optan por destruirlo.
El más claro ejemplo fue el reciente ataque que sufrió el núcleo del estado Sucre. Este lunes la biblioteca de la casa de estudios fue quemada en su totalidad, lo que ocasionó la pérdida de años de investigación y valioso material literario.
Lejos de las multitudes de estudiantes, el bullicio de las aulas y actividad académica diaria, el núcleo de Sucre de la Universidad de Oriente luce abandonado.
Las actividades delictivas en ese centro educativo se hicieron recurrentes desde hace años en todos los núcleos, pero la situación empeoró cuando la rectora Milena Bravo manifestó públicamente su apoyo a Juan Guaidó.
Para muchos miembros de la comunidad universitaria, los ladrones continuaron sus incursiones en las instalaciones porque no creían que se tomarían medidas para impedirlas.
Denuncian la indiferencia de las autoridades, tanto de la Policía del estado Sucre como de la Policía municipal, que no responden a las solicitudes de protección y resguardo que han hecho las autoridades universitarias.
Durante los últimos meses de cuarentena social para evitar la propagación del coronavirus, los ataques a la Universidad de Oriente se hicieron cada vez más frecuentes.
En la sede de Anzoátegui han ocurrido 28 robos desde que se estableció el aislamiento. La última irrupción dejó un muerto y un herido, luego de que dos delincuentes saltaron del techo de la biblioteca de la institución tras haber sido sorprendidos por el vigilante y un oficial de la policía, los únicos que brindan resguardo a la infraestructura.
Indignación
Personalidades académicas, escritores, exalumnos y cientos de personas en todo el país expresaron su indignación en redes sociales ante la pérdida que sufrió la UDO este lunes.
Libros, proyectos, investigaciones y mucho material académico ardió en llamas.
“Es inaceptable lo ocurrido hoy en el núcleo Sucre de la UDO. Los constantes ataques que ha sufrido esta universidad deben ser motivo de debate e inmediata respuesta por parte del Ministerio de Educación Universitaria.Toda nuestra solidaridad con la comunidad udista”, manifestó Cecilia García Arocha, rectora de la Universidad Central de Venezuela.
Jessy Divo De Romero, rectora de la Universidad de Carabobo, rechazó los actos vandálicos en la casa de estudios y aseguró que respalda una demanda por esos hechos ante el Ministerio de Educación Universitaria.
“Desde la Universidad de Carabobo solidarios con nuestra UDO y acompañamos la demanda ante el Mppeu por los actos vandálicos en el núcleo Sucre”, indicó Divo De Romero en Twitter.
Luis Martínez, rector de la Universidad Tecnológica del Centro y egresado de la UDO, aseguró que se siente indignado por lo sucedido en la que fue su casa de estudios.
“Soy egresado de la UDO, ‘la casa que vierte su Orinoco de luz torrencial’, y me indigna el incendio de la biblioteca del núcleo Sucre. Rectora Milena Bravo, mi solidaridad y la de la comunidad de la Universidad Tecnológica del Centro ante tanta pérdida”, indicó.
Profesores de otras casas de estudio del país también condenaron los constantes ataques a la Universidad de Oriente.
“Barbarie de los enemigos de la Academia, queman los libros de la biblioteca UDO Sucre”, destacó Keta Stefany, profesora de la UCV.
Juan Marrero, profesor de la UCV, lamentó el hecho y consideró que el patrimonio intelectual del país y de sus universidades debe ser reivindicado en algún momento.
“Quemar libros, eso hace el hombre nuevo que nació bajo el chavismo”, manifestó el escritor Leonardo Padrón.
“Quemar una biblioteca debería considerarse una forma de genocidio. Es arrasar la mente de miles, sus investigaciones, sus pensamientos, sus conocimientos. Incinerar la razón y la ciencia de miles. Una forma de exterminio”, expresó el autor José Tomás Angola.
Personalidades políticas como María Corina Machado responsabilizaron al régimen por lo sucedido.
“Inaceptable ataque a la UDO. Vándalos que incendian su biblioteca. La Ignorancia es atrevida, el conocimiento nos mantendrá más fuertes”, manifestó Leopoldo Lopez Gil.