“Primero el coronavirus y ahora la nevada. ¡Qué Dios nos agarre confesados!”, manifestó Arcangela Cugno, venezolana que ha sufrido con su familia el inclemente clima que ha originado tormentas y nevadas de una crudeza que no se veía en décadas en Estados Unidos. Han sido afectados Texas, Luisiana, Arkansas, Misisipi, Kentucky y Misuri.
Cugno vive en Cypress, Texas, a media hora de Houston, con sus dos hijos y su madre. También están en la zona su hermana, el esposo de esta y sus dos hijas pequeñas. Nació en Maracaibo. Hace 15 años decidió emigrar a Estados Unidos. Trabaja como maestra, a pesar de haberse graduado de periodista en la Universidad Cecilio Acosta.
“Mucha gente está afectada por la nevada porque comen del día a día, de la hora que ganan trabajando”, señaló.
“Obviamente todo está cerrado. De las seis o siete farmacias en mi sector solo una está abierta. Están cerrados restaurantes y supermercados”, agregó.
Al empezar la nevada
Cugno contó que al comenzar la nevada todo aparentaba ser normal, tanto que sus hijos se emocionaron porque nunca habían visto tal cantidad de nieve. “Pero de repente se fue la luz. La casa se puso muy fría. El servicio eléctrico ha sido intermitente. Hay gente que les llegó la luz luego de 44 horas sin tenerla”, advirtió.
En estos momentos la temperatura es de 2 grados centígrados, con sensación térmica -1 grado centígrado. “Tengo la calefacción a millón, tenemos cable y agua. Por ahora parece que se normaliza todo”, dijo.
“Esta noche se espera frío otra vez”, recalcó.
Las quejas
Hay personas muy molestas porque todo el centro de Houston tiene electricidad, puntualizó Cugno: “A las afueras no, viene de a poquito”.
Indicó que hay muchos vecinos que le preocupan. “Tenemos muchos vecinos ancianos, sin familia. Menos mal que alguno tiene generador de electricidad, pero no todos tienen esa suerte”, manifestó.
“Las calles después de la nevada aún tienen hielo. La escuela donde trabajo no ha laborado toda esta semana. No abrirán ni jueves ni viernes porque a muchas escuelas se les rompieron las tuberías de agua y se dañó la comida”, expresó.
Dijo que desde el domingo se vieron además en la obligación de cancelar la vacunación contra el covid-19.