VENEZUELA

Un español en la Venezuela de Maduro: la misión en año electoral del nuevo nuncio experto en crisis

por Avatar El Debate

Un madrileño ha llegado a la Venezuela de Maduro. Alberto Ortega Martín (1962) es el nuevo nuncio pontificio tras una década al servicio del cuerpo diplomático de la Santa Sede. Su trayectoria le ha llevado por Irak y Jordania, o Chile, pero también ha prestado servicios en las nunciaturas de Nicaragua, Suráfrica y Líbano, así como en la sección para las relaciones con los estados de la Secretaría de Estado del Vaticano.

Sus 27 años al servicio de las relaciones exteriores vaticanas le han valido para que el papa Francisco le haya elegido como titular de la embajada de la Santa Sede en Venezuela. En 1997, ingresó en el servicio diplomático y tras sus primeros destinos, en 2007 fue nombrado director de la secretaría para las delegaciones de África del Norte y la Península arábiga. Durante estos años, mantuvo un activo papel en las negociaciones para solucionar el conflicto israelí-palestino.

En 2015, Ortega fue nombrado por el Papa arzobispo de Midila, una desaparecida diócesis de Argelia, y nuncio en Irak y Jordania. Ese mismo año, el Dáesh quemaba vivos a prisioneros jordanos en una jaula y lo retransmitía en directo. Su experiencia en Chile no fue menos convulsa. Su llegada al país andino se produjo en medio del escándalo de abusos sexuales en el seno de la Iglesia. Al poco de desembarcar, encapuchados violentos comenzaron a atacar iglesias y a familias cristianas en las calles.

Si el Vaticano no llega a Venezuela…

Ortega es doctor en Derecho Canónico y aunque ya ha servido en países en guerra y ha participado en negociaciones de paz por todo el mundo, va a aterrizar en el que seguramente constituya el mayor reto de su carrera en el cuerpo diplomático. La sede estaba vacante desde 2021, cuando Aldo Giordano, el anterior nuncio en Venezuela, marchó a la representación vaticana ante la Unión Europea.

Si el Vaticano no puede entrar como le gustaría en Venezuela, Venezuela sí lo hace en el Vaticano. El Secretario de Estado de la Santa Sede, Pietro Parolin, fue nuncio en el país hispanoamericano entre 2009 y 2013 –los últimos años de Hugo Chávez–, y su segundo en este ministerio de Exteriores, Edgar Peña Parra, es venezolano. El talento local ha llegado también a la Compañía de Jesús, cuyo superior general, Arturo Sosa nació en Caracas.

Tan solo una semana antes de ser elegido Francisco como obispo de Roma, moría Hugo Chávez y las relaciones entre Venezuela y el Vaticano se han tensado al optar por una posición de mediadora entre el gobierno totalitario de Maduro y la oposición política. Todos los intentos de negociación del Estado pontificia con Venezuela no han dado frutos. Tras las primeras grandes protestas del año 2014 contra los recortes de las libertades civiles se inició cierto diálogo entre el gobierno y la oposición. El entonces nuncio, Giordano, fue uno de los actores principales, e incluso el mismo Pontífice envió cartas a todas las partes implicadas para seguir con las conversaciones.

Un as en la manga

Nada se consiguió entonces y las protestas masivas contra el régimen se repitieron en 2017 y 2019 causando varios miles de encarcelados y una de las mayores crisis humanitaria del hemisferio occidental, con 8 millones de refugiados. A finales de 2016, Nicolás Maduro bloqueó la celebración de un referéndum nacional en su contra, lo que llevó a una serie de negociaciones ante una nueva crisis en el país. El Vaticano pidió que se permitiera celebrara las votaciones, tras lo que el mandatario puso fin a las conversaciones.

Quizá la experiencia de Martín en acuerdos internacionales y la gestión de crisis sea el as en la manga de Francisco para lograr un acercamiento entre ambas naciones. El momento en que su nombramiento ha sido anunciado no es casual: 2024 es año electoral en Venezuela.