El gobierno de Trinidad y Tobago informó este sábado que se mantiene en constante comunicación con Venezuela ante la amenaza de que el tanquero Nabarima, que contiene más de un millón de barriles de petróleo, continúa peligrosamente inclinándose, amenazando con zozobrar en el Golfo de Paria.
«Nuestro gobierno mantiene su preocupación ante la amenaza que podría provocar este accidente al ambiente», expresó el Ministerio de Exteriores y de Asuntos Extranjeros de la Comunidad del Caribe en un comunicado de prensa.
El ministerio dijo además que su equipo de expertos está listo para acudir al área a inspeccionar la zona donde zozobra el buque.
No obstante, el gobierno trinitense indicó que aunque Venezuela le admitió que el buque estaba inclinado, le aseguró que llegó a estabilizarse, por lo que ya no presenta peligro.
Sin embargo, el ministerio trinitense indicó que quería asegurarse de eso y que en varias ocasiones le ha escrito al régimen venezolano para tener acceso y tomar sus propias determinaciones.
Ante ello, el régimen venezolano acordó permitirle a un equipo de expertos trinitenses cruzar la frontera y llegar hasta el barco, pero después del 20 de octubre.
El gobierno trinitense criticó a su homólogo, pues el pasado jueves el embajador venezolano afirmó que una foto viral de la inclinación del barco es propaganda.
«El embajador reclama que esa foto fue tomada hace más de un mes antes de que se trabajase en estabilizar el barco y que ahora se había ido viral para desinformar», señaló.
«El gobierno de Trinidad y Tobago, una vez más, reitera su preocupación y mantiene su solicitud de permiso para tener acceso e inspeccionar la embarcación por nuestra cuenta lo más pronto posible», agregó el ministerio.
Del mismo modo, el gobierno de Trinidad y Tobago dijo que ha tenido comunicación con el embajador de Venezuela y de Estados Unidos en Puerto España, el ministro venezolano de asuntos exteriores de Nicolás Maduro, así como con otros funcionarios de energía, salud y seguridad nacional para que estuvieran atentos a la situación.
Por su parte, la embajada de Estados Unidos en Trinidad y Tobago exigió que se intervenga en el accidente marítimo, aunque adelantó que no emitiría ninguna sanción donde haya una posible situación ambiental involucrada.
Sin embargo, la embajada estadounidense afirmó: «Estados Unidos se mantiene preocupada sobre el potencial riesgo a la seguridad y el ambiente causado por el barco».
«Nosotros apoyaremos las sanciones inmediatas para que se acomode el barco a los estándares de seguridad internacional y evadir cualquier posible daño ambiental, pues este no solo impactaría a los venezolanos, sino también a los países vecinos», abundó.
Ante ello, la embajada estadounidense advirtió a la empresa estatal venezolana Pdvsa que tome responsabilidad del suceso «para evitar cualquier desastre ambiental en aguas venezolanas».