Los migrantes venezolanos se convierten en un nuevo reto fronterizo para el gobierno de Joe Biden. Un reportaje de The Washington Post señaló que un número récord de ciudadanos procedentes de Venezuela ha cruzado la frontera desde México hacia Estados Unidos en los últimos meses. Esta situación ha generado preocupación por que millones de desplazados se dirijan hacia Norteamérica.
“Este es un asunto difícil para la administración. No quieren enviar gente de regreso a Venezuela. Al mismo tiempo, si se permite la entrada a ciudadanos venezolanos, se crean incentivos para que otros lo intenten”, dijo al diario estadounidense Andrew Selee, presidente del Instituto de Política Migratoria no partidista en Washington.
Las autoridades detuvieron a 13.406 venezolanos en la frontera con México en octubre pasado, el total más alto en un mes y más del doble del número registrado en agosto. La movilización incluye a personas que dejaron sus hogares hace años y huyeron hacia Colombia y otros países de la región, así como a migrantes recientes.
Autoridades en capacidad limitada
La capacidad del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos, reseñó The Washington Post, se ha visto limitada porque el gobierno de Biden no reconoce a Nicolás Maduro como presidente de Venezuela, por lo que no puede enviar de regreso a los ciudadanos con regularidad.
Como consecuencia de esa situación, casi todos los venezolanos que cruzan desde zonas fronterizas mexicanas hacia ciudades como Del Río, Texas, o Yuma, Arizona, han sido liberados por las autoridades. Según el medio, la institución migratoria solo deportó a 150 venezolanos entre octubre de 2020 y agosto de 2021. En ese periodo cruzaron de forma ilegal hacia Estados Unidos casi 40.000 personas.
Mark Krikorian, director del Centro de Estudios sobre Inmigración, dijo que los venezolanos deberían buscar refugio más cerca de casa o en el primer país al que llegan.
“No hay excusa para que la gente de Venezuela vuele a México y solicite asilo en los Estados Unidos. Los republicanos sentirán una simpatía instintiva por las personas que huyen de los regímenes socialistas, pero tampoco querrán liberar a un gran número de personas en Estados Unidos fuera de los límites del sistema de inmigración”, explicó.
Eduardo Maia Silva, portavoz del Departamento de Seguridad Nacional, aseguró que Estados Unidos trabaja para garantizar procesos de inmigración seguros, ordenados y humanos.
“El Departamento de Seguridad Nacional de los Estados Unidos, en coordinación con el Departamento de Estado, tiene discusiones regulares con países socios en el hemisferio sobre asuntos relacionados con la migración. Y continúa colaborando con gobiernos extranjeros para mejorar la cooperación con países que sistemáticamente rechazan o retrasan la repatriación de sus ciudadanos”, manifestó Maia Silva en un comunicado.
México evalúa requisitos más estrictos
México evalúa establecer requisitos de entrada más estrictos para los venezolanos. En parte, estas medidas se deben a solicitudes hechas por Estados Unidos luego de que se registrara un drástico aumento de arrestos en la zona fronteriza entre ambos países.
La información la reveló Reuters, con información de tres personas con conocimiento del tema. Actualmente, los ciudadanos que huyen de la crisis en Venezuela no necesitan visa para ingresar a México como turistas.
Pero el gobierno de Andrés Manuel López Obrador intenta hacer que la entrada esté sujeta a ciertos criterios, informó un funcionario mexicano a la agencia de noticias, y pronto se podrían agregar nuevas reglas.
Otra fuente afirmó que las autoridades de México revisan sus opciones y mantienen conversaciones con Venezuela para explorar alternativas. Un tercer informante aseguró que Washington ha instado al gobierno mexicano a imponer restricciones de visa a los venezolanos.
Señaló que la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos se ha quejado del aumento de venezolanos.
Entre las opciones que se están evaluando está que los ciudadanos demuestren que son solventes económicamente y que tienen un empleo. Además, deben tener un boleto de avión de regreso ya comprado para que las autoridades se aseguren de que no están usando México para ingresar a Estados Unidos de manera irregular.