Un reportaje publicado en el medio estadounidense The Washington Post señaló que en septiembre de 2019, en un deslumbrante rascacielos de la ciudad de Miami, representantes de Juan Guaidó, presidente interino de la República, se reunieron con el ex boina verde estadounidense Jordan Goudreau para explorar las opciones posibles que llevaran a la salida de Nicolás Maduro.
Ese día, Goudreau les ofreció ejecutar la Operación Resolución. El veterano de las Fuerzas Especiales, propietario de una compañía de seguridad en Florida, aseguró que tenía 800 hombres listos para infiltrarse en Venezuela y capturar a Maduro y sus funcionarios, dijo J.J. Rendón, estratega político que lideró las conversaciones.
Para octubre, habían avanzado en el plan hasta el punto de firmar un acuerdo, que dependería del financiamiento y otras condiciones. Rendón lo calificó de una prueba piloto que nunca terminó de aprobarse.
El estratega dijo que Goudreau comenzó a actuar erráticamente: no presentó pruebas del respaldo monetario que había afirmado tener para ejecutar la operación y exigió el pago inmediato de un anticipo de 1,5 millones de dólares, tampoco había pruebas de los 800 hombres.
Pero aun así, Rendón le transfirió 50.000 dólares para supuestos gastos con el objetivo de no retrasar la operación. La relación entre los 2 hombres se deterioró rápidamente.
«Washington está plenamente consciente de tu participación directa en el proyecto y no quiero que pierdan la confianza«, le advirtió Goudreau en un mensaje de texto a Rendón el 10 de octubre.
Luego, a principios de noviembre, en una nueva reunión en el apartamento de Rendón en la ciudad de Miami, ocurrió una fuerte discusión. El estratega expresó que consideraba, junto con otros funcionarios de la oposición, que la operación estaba muerta.
Hasta el domingo 3 de mayo en horas de la mañana, cuando se conoció que el régimen de Maduro había frustrado una presunta invasión armada.
Horas después, Goudreau apareció en un video con un oficial retirado de la Guardia Nacional Bolivariana. Se atribuyeron el hecho, que ocurrió en la localidad de Macuto, en el estado Vargas, y anunciaron el comienzo de una operación para lograr la liberación de Venezuela.
Donald Trump, presidente de Estados Unidos, y otros altos funcionarios de su gobierno han asegurado que no tenían conocimiento alguno de la operación fallida. Mike Pompeo, secretario de Estado norteamericano, afirmó el 6 de mayo que no tuvieron participación directa en el plan.
Rendón dijo que habrían reservado los detalles del plan a un pequeño grupo y nunca los compartió con funcionarios estadounidenses, porque el plan solo estaba en una fase exploratoria.
Goudreau insistió en que la Operación Gedeón, como después fue presentada, seguía en curso. Aseguró que la presidencia interina de la República lo traicionó al incumplir el acuerdo, por lo que optó por seguir adelante con el plan.
El ex boina verde afirmó que no tenía que ver con el dinero, sino que se trataba de hacer lo correcto para que los venezolanos pudieran tener libertad.
«Esta no es una acción bélica, sino una acción policial. El mundo reconoce a una persona (Guaidó) como presidente, así que me contrataron para arrestar la otra persona que ha estado usurpando el poder«, expresó.
Goudreau dio sus primeros pasos en el mundo en contra de Maduro en febrero de 2019, cuando trabajó en la seguridad de un concierto benéfico para Venezuela en la frontera colombiana, organizado por el multimillonario británico Richard Branson.
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Estuvo 15 años en el Ejército como un operador de mortero de infantería y luego como sargento médico de las Fuerzas Especiales. Fue enviado dos veces a Irak y Afganistán entre 2006 y 2014, según oficiales del Ejército.
El Departamento de Defensa inició en 2012 una investigación criminal contra Goudreau por presunto robo y fraude, según registros judiciales. El veterano de guerra dijo que el asunto se había resuelto sin cargos.
Goudreau fundó Silvercorp USA en 2018. La compañía promociona una variedad de servicios, incluida asistencia a víctimas de secuestro y extorsión.
Rendón manifestó que para el momento en que Goudreau llegó a su apartamento el 7 de septiembre, el comité de estrategia se había reunido con un puñado de posibles socios, pero estaban pidiendo hasta 500 millones de dólares por el trabajo.
En cambio, Goudreau propuso un plan autofinanciado con un anticipo por adelantado y un pago de 212,9 millones de dólares luego de que se cumpliera la misión. El dinero iba a salir de futuras exportaciones de petróleo venezolano bajo el gobierno de Guaidó y 14% de las ganancias ilícitas del círculo de confianza de Maduro.
El contrato general, además de capturar a Maduro, contenía que la Silvercorp asesoraría para la operación a soldados venezolanos en el exilio.
Goudreau tenía 45 días para preparar las fuerzas, adquirir los equipos y ultimar los detalles de la misión. Los equipos entrarían a Venezuela de forma clandestina y formarían células que se internarían más en la nación para asegurar instalaciones petroleras claves y locaciones estratégicas.
También había planes para ocupar los organismos de seguridad del régimen, así como los colectivos afectos al chavismo y los grupos guerrilleros colombianos que presuntamente operan en el territorio venezolano.
El 16 de octubre firmaron un acuerdo. Goudreau grabó secretamente ese día una videollamada con Guaidó. «Estamos haciendo lo correcto para nuestro país. Estoy a punto de firmar», dijo en ese entonces el mandatario encargado.
Guaidó, en un comunicados difundido por el Centro de Comunicación Nacional, ha asegurado que no tiene conexión con la operación que se encontraría aún en curso contra Maduro.
Rendón y su equipo empezaron a desconfiar de Goudreau cuando comenzó a exigir el pago del anticipo de 1,5 millones de dólares.
El documento, que facilitó Goudreau a The Washington Post, obliga legalmente a la oposición a sus servicios y a la cuota inicial. El acuerdo de siete páginas suministrado tiene la firma de Guaidó, junto con las de Rendón y el opositor Sergio Vergara.
Sin embargo, el estratega político venezolano aseguró que el documento que ha mostrado Goudreau nunca fue firmado por Guaidó. Dijo que el líder venezolano conocía solo esbozos generales de un plan exploratorio, pero comenzó a desconfiar.
«Todos estábamos viendo señales de alarma, y el presidente no se sentía cómodo con esto«, dijo Rendón.