De acuerdo con una versión publicada el viernes por el periódico estadounidense The Wall Street Journal (WSJ), el dirigente opositor Leopoldo López, fundador del partido Voluntad Popular, fue un actor clave en la planificación de la fallida operación Gedeón, con la que se pretendió derrocar al cuestionado mandatario Nicolás Maduro, usando mercenarios, a inicios del pasado mes de mayo.
Detalla el WSJ, en el texto titulado Gurú de la oposición venezolana dirigió la planificación para derrocar a Maduro, que López, a quien define como mentor político del líder opositor Juan Guaidó –reconocido como presidente interino de Venezuela por más de 50 países–, consideró al menos seis propuestas de contratistas privados de seguridad para llevar a cabo incursiones militares que provocaran una rebelión en el seno de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana.
“En 2019, mientras algunos líderes de la oposición venezolanos y diplomáticos prosiguieron las negociaciones con Maduro para ganar el derecho a elecciones libres y justas, López y sus colaboradores más cercanos buscaron una empresa de seguridad sin alertar a los políticos de otros partidos opositores a Maduro», dijeron personas involucradas en la planificación y otros líderes de la oposición.
Aunque escucharon los discursos de varios contratistas, figuras de la oposición cercanas a Guaidó y López dijeron que “las reuniones rara vez iban más allá de conversaciones informales”, se lee en el reportaje del WSJ.
Según se desprende del texto, y como ya había dicho la oposición venezolana, ninguna de las opciones fue considerada viable, ni siquiera la del veterano de guerra estadounidense Jordan Goudreau, dueño de la firma de seguridad SilverCorp USA. Esta, particularmente, habría sido descartada a finales de año porque subestimaba las defensas militares del régimen venezolano y tenía muy pocos combatientes voluntarios.
Sin embargo, el texto del WSJ confirma que, durante la primavera de 2019, amigos de López y miembros de su partido conspiraron con Goudreau y con el general retirado venezolano Clíver Alcalá, quien a finales de marzo se entregó a las autoridades de Estados Unidos; y que la firma del famoso contrato, como ya también se había develado, sí la efectuó uno de los altos funcionarios de Guaidó, en octubre.
“Los asociados del señor López presentaron a los señores Alcalá y Goudreau a otros líderes de la oposición en varias reuniones en Bogotá, donde buscaron entre 2 y 7 millones de dólares de líderes de la oposición para financiar una redada, según personas familiarizadas con las conversaciones”, publicó el WSJ, que refuerza que, finalmente, la oposición no pagó a Goudreau los cientos de miles de dólares que pedía, sino que solo le dieron 50.000 dólares para sus gastos antes de cortar todo tipo de relación, a finales de 2019.
Recuerda el texto que la incursión de mayo, de la que la oposición se ha desligado y que ha atribuido al propio chavismo, dejó ocho mercenarios muertos y alrededor de 50 detenidos, incluidos dos soldados retirados de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos que, casi dos meses después, permanecen en una cárcel en Caracas.
Líderes de oposición venezolanos reconocieron al WSJ que fue un error que los miembros de Voluntad Popular se sentaran con mercenarios. “Legitimaron a Goudreau y la idea de toda esta operación”, habría dicho uno de ellos, desde Bogotá, al calificar la acción de “deshonesta”.
Buena parte de la culpa, dice el texto, recae ahora sobre López, un hombre de 49 años que proviene de una de las familias más prominentes del país y que hasta el 30 de abril fue el preso político más emblemático del madurismo.
“Durante años ha abogado por la acción directa para eliminar a Maduro –desde una serie de protestas que se tornaron violentas en 2014 hasta promover un levantamiento en las filas militares el año pasado–, a menudo chocando por la estrategia con otros enemigos prominentes del régimen”, dice el influyente diario, que reseñó versiones de sus allegados, según las cuales considera que las negociaciones y la ruta electoral “tomarían mucho tiempo”.
El diario estadounidense basa su artículo en las versiones de allegados de López y otros actores políticos venezolanos, pues recuerda que, en el marco del acuerdo para la protección que le ha garantizado el embajador español en su residencia en Caracas, tiene prohibición de hablar públicamente. Pese a esto, asegura, sigue siendo una fuerza política con influencia sobre Guaidó, en asuntos que van desde un cambio de régimen hasta la industria petrolera.
Para algunos, como el exembajador de Guaidó en Colombia Humberto Calderón Berti, quien fue citado por el WSJ, estar detrás de López constituye, precisamente, uno de los grandes errores que la oposición ha cometido.
Este mes, importantes miembros de su partido lo abandonaron, según apuntó dicho medio, por no poder lidiar con la mano dura de López y las políticas del partido, las cuales ven perjudiciales para la oposición.