Carola Briceño, periodista de la unidad de investigación de El Nacional, inició una huelga de hambre frente a la sede de la Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur) en Bogotá.
Briceño asegura que Colombia rechazó su solicitud de refugio y se siente desprotegida ante las posibles acciones del gobierno de Nicolás Maduro en su contra tras la publicación de unos trabajos de investigación sobre los hermanos Santiago y Ricardo Morón, presuntos testaferros de Nicolasito, el hijo de Maduro.
«Ante respuesta del gobierno colombiano de no aceptar claramente mi solicitud de refugio y dejarme en un limbo, y ante posibilidad que me entreguen a la dictadura de Maduro como entregaron a Lorent Saleh para ser torturado, inicié huelga de hambre en la entrada de ACNUR», escribió en Twitter.
El 30 de enero la periodista llegó a Bogotá en busca de protección del Estado colombiano por temor de que comandos que operan en la frontera la secuestraran y la llevaran a Venezuela, donde asegura que podía ser sometida a tratos degradantes. Briceño huyó de su casa en Villa del Rosario, Norte de Santander.
Investigación desata ataques a periodistas
Una serie de reportajes publicados en El Nacional desataron una nueva arremetida del gobierno de Nicolás Maduro contra el diario y sus periodistas.
El 25 de enero un fiscal del Ministerio Público (MP) y agentes del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) se apersonaron en la vivienda de José Gregorio Meza, jefe de redacción, y lo llevaron a «declarar sobre unos trabajos».
Por este caso, los periodistas Carola Briceño y Ramón Hernández, fueron requeridos por el Ministerio Público. Pero, como ambos viven en el extranjero, los actos intimidatorios se dirigieron hacia sus familiares.
El mencionado reportaje desvela cómo los hermanos Morón y su entorno, a través de la contratación de especialistas, han intentado borrar la huella digital de informaciones que recogen sus vínculos de corrupción con el círculo chavista.
Hostigan a Carola Briceño
Desde el 11 de enero, a raíz de la publicación del seriado en El Nacional, Carola Briceño, su hija y su yerno han sido hostigados y acusados de “extorsionadores” por Instagram y Twitter, a través de cuentas anónimas relacionadas con el oficialismo.
Según contó Briceño a Espacio Público el pasado 12 de enero, desde que los trabajos se publicaron no han cesado los ataques y agresiones digitales en contra suya y de su familia.
En concreto, las cuentas anónimas buscan vincular a la periodista, sin prueba alguna, con “redes de extorsión” lideradas por Briceño, su hija y su yerno, a través de una empresa de marketing que maneja la pareja.
“Me acusan de extorsión y a mi hija, que está en Venezuela y con quien no tengo comunicación desde hace dos años, de que es la que cobra, con mi yerno que tampoco conozco”, aseguró.
La periodista recalca estar preocupada por la seguridad e integridad de su hija, ya que “para nadie es un secreto lo que (los victimarios) pueden llegar a hacer”. “Pueden decirme o inventarme lo que quieran, no le presto atención, pero están atacando a mi hija y la están acusando”, dijo.
Para leer la investigación completa, ingrese a los siguientes enlaces:
- Los hermanos Morón, de testaferros de Nicolás Maduro Guerra a fantasmas digitales
- Los “homónimos” de paja de los hermanos Morón y las relaciones con Nicolás Maduro Guerra
- Minería ecológica, fantasmas, testaferros y los hermanos Morón