Apenas en agosto del año pasado Tareck el Aissami denunció un grotesco caso de corrupción en la industria petrolera. Casi siete meses después, y mediante dos tuits, el ahora exfuncionario renunció a su cargo como ministro de Petróleo en medio de las investigaciones por un entramado en Petróleos de Venezuela, que estaría relacionado con la pérdida de 3.000 millones de dólares.
Dos de los capturados son personas de su entorno: Joselit Ramírez, exsuperintendente de Criptoactivos, y Hugbel Roa, exdiputado a la Asamblea Nacional y exministro de Educación Universitaria, Ciencia y Tecnología.
“Este megarobo fue diseñado y ejecutado paso a paso desde la mente perversa y muy corrupta de Rafael Ramírez con el concurso y la participación de otros no menos ladrones y corruptos”, reprochó El Aissami en ese entonces, en una alocución transmitida por Venezolana de Televisión. Pero este lunes, cuando dimitió, bajó el tono.
No usó calificativos ni recurrió a la “furia bolivariana” para hablar de irregularidades y, en cambio, solo se limitó a informar que puso su cargo a la orden y ratificó su posición de militante de la revolución.
De igual manera, en mi condición de militante revolucionario, me coloco a disposición de la dirección del PSUV para apoyar esta cruzada que ha emprendido el Presidente @NicolasMaduro contra los antivalores que estamos obligados a combatir, hasta con nuestras vidas.
— Tareck El Aissami (@TareckPSUV) March 20, 2023
Un “todopoderoso” del chavismo
Fue designado como ministro de Petróleo en abril de 2020, dos meses después de que Maduro lo nombró presidente de la Comisión Presidencial Alí Rodríguez Araque, que se encargaría de la reorganización de la industria petrolera. Antes ocupó los cargos de vicepresidente sectorial para la Economía, ministro de Industria y Producción Nacional, vicepresidente ejecutivo de la República, gobernador del estado Aragua, ministro de Interior, Justicia y Paz, diputado a la Asamblea Nacional y otros.
Se trata de uno de los “todopoderosos” del chavismo.
Se inició en la política en el movimiento estudiantil de la Universidad de Los Andes, en el estado Mérida, donde compartió su lucha junto con Hugbel Roa. Ambos conformaron el movimiento Utopía 78.
Hugbel Roa y Tareck el Aissami
Investigaciones publicadas por Armando.Info y otros medios digitales revelan que El Aissami acostumbraba a privilegiar a sus círculos más cercanos en cargos importantes, no solo desde que llegó a la industria petrolera, sino desde que resultó electo gobernador de Aragua. Además, habría favorecido a empresarios y contratistas en negocios con el Estado venezolano, en los que también casó provecho el colombiano Alex Saab, hoy preso en Estados Unidos acusado de lavado de dinero.
No se trata de la primera controversia que arrastra a Tareck el Aissami, tampoco es la primera vez que se le vincula en un escándalo de corrupción. Oficialmente, o al menos públicamente, no se ha conocido que desde el chavismo se haya abierto una investigación en su contra ni que se le haya confirmado alguna relación con hechos irregulares. Por el contrario, el régimen en todo momento y con una venda en los ojos, así como ha hecho con otros jerarcas, lo ha defendido contra esos “ataques de la derecha extremista y del imperio norteamericano”.
Para Estados Unidos, un narcotraficante
La Oficina de Control de Activos de Extranjeros del Departamento de Estado de Estados Unidos designó a Tareck el Aissami en febrero de 2017 como un capo de la droga y alegó que, presuntamente, el socialista desempeñó un papel significativo en el narcotráfico internacional.
El exvicepresidente controló aviones que salieron cargados de narcóticos desde una base aérea venezolana y rutas de drogas a través de puertos, según el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas estadounidense (ICE). Agregó que, en sus antiguos cargos, habría supervisado o fue dueño parcial de cargamentos de más de 1.000 kilogramos que tenían como destinos finales México o Estados Unidos.
AFP
Las autoridades estadounidenses aseguran que El Aissami recibió pagos por la “facilitación de envíos de drogas” que le pertenecían al narcotraficante Walid Makled García. También lo vinculan con la presunta coordinación de envíos de narcóticos al peligroso cartel narcotraficante mexicano Los Zetas, así como ofrecerle protección al capo colombiano Daniel Barrera Barrera y al venezolano Hermagoras González Polanco.
¿Ha visto a este fugitivo?
El ICE incluyó a finales de 2019 a El Aissami en su lista de los más buscados por narcotráfico internacional y lavado de activos. Por su cabeza, el gobierno de Estados Unidos ofrece una recompensa de 10 millones de dólares por información que conduzca directamente a su arresto, al igual que por otros altos funcionarios del gobierno de Maduro.
En una formulación de cargos en Nueva York, publicada en 2020, se le acusa de una serie de delitos relacionados con esfuerzos para evadir las sanciones impuestas por la Oficina de Control de Activos de Extranjeros. Por estos casos también resultaron sancionados Joselit Ramírez y Samark López Bello, a quien las autoridades estadounidenses señalan de ser el presunto testaferro del exministro de Petróleo.
Servicio de Control de Inmigración y Aduanas de Estados Unidos
El ICE afirma que López supuestamente proporcionó respaldo financiero y asistencia material en apoyo de las presuntas actividades de narcotráfico internacional de El Aissami.
Desde febrero de 2017 hasta marzo de 2019, indicaron las autoridades, el jerarca y Ramírez trabajaron con personas estadounidenses y entidades basadas en Estados Unidos para ofrecer servicios de vuelos privados para beneficio de la campaña de Maduro en 2018. Así, violaron las sanciones de OFAC dirigidas contra el oficialista por convocar a unas elecciones ilegítimas para la asamblea nacional constituyente.
“Ramírez, junto a El Aissami y López, abusó de su poder como superintendente de la criptomoneda de Venezuela para violar sanciones estadounidenses y solidificar el control ilegal de Venezuela por parte de Maduro”, señaló esa agencia del Departamento de Seguridad Nacional.
En la mira de la Asamblea Nacional
La Comisión de Contraloría de la Asamblea Nacional, instalada en 2016 y presidida en ese entonces por Freddy Guevara, aprobó investigar las acusaciones del Departamento del Tesoro de Estados Unidos en contra del entonces vicepresidente de la República por sus presuntos vínculos con el narcotráfico, luego de una solicitud presentada por el diputado Ismael García.
El parlamentario José Luis Pirela instó a El Aissami a entregar a la plenaria una lista de sus bienes y también esclarecer los rumores de que estaría vinculado a la compra de medios de comunicación en la entidad. Precisamente se ha asegurado que Esteban Trapiello, quien dirigió Telearagua, es otro de sus presuntos testaferros.
“En esta investigación hay tres tipos de acusaciones: lavado de dinero, narcotráfico y recibimiento de sobornos de narcotraficantes. El impacto directo que tiene que el vicepresidente de la República sea acusado de narcotráfico es grave y debe ser revisado”, manifestó en ese momento Guevara.
Pidió a El Aissami separarse de su cargo durante las investigaciones y le solicitó su colaboración, cosas que nunca ocurrieron.
Pasaportes para terroristas
La cadena estadounidense de noticias CNN publicó en febrero de 2017 la investigación Pasaportes en la sombra, en la que destapó que en la Embajada de Venezuela en Irak vendía cédulas, pasaportes y visas venezolanas.
Las averiguaciones duraron más de un año y contaron con el testimonio y el apoyo de Misael López, exconsejero legal del gobierno venezolano en Bagdad. Además, tuvieron acceso a un reporte de inteligencia de países latinoamericanos que señalarían a El Aissami como partícipe en la emisión de los documentos a personas del Medio Oriente, incluida gente relacionada con la organización terrorista Hezbolá.
Archivo
La investigación salpicó a Delcy Rodríguez, que mientras ocupó el Ministerio de Relaciones Exteriores, según la información de CNN, ignoró las denuncias relacionadas con la venta de documentos venezolanos. En 2016, la excanciller negó a CNN las acusaciones.
El “cerebro” en la exportación de gas
El nombre de Tareck el Aissami aparece en varias investigaciones. Una de las más recientes la publicó en febrero de este año Armando.Info, que señaló que el exvicepresidente, de 49 años de edad, favorecería a los empresarios Bernardo Arosio Hobaica y Jorge Jara Salas, propietarios de la compañía Prodata Energy, que se encargaría de la exportación de gas venezolano a Colombia.
Prodata Energy es la empresa favorecida por Pdvsa y Tareck El Aissami para exportar gas venezolano a Colombia. Detrás de la compañía están los empresarios Bernardo Arosio Hobaica y Jorge Jara Salas
🔗https://t.co/cNxdPEWcNO pic.twitter.com/pBFEnyO7te
— Armando.Info (@ArmandoInfo) February 13, 2023
La periodista española Salud Hernández, en una columna publicada en el medio digital colombiano Semana, afirmó que Arosio Hobaica, según fuentes venezolanas de toda solvencia, tiene cercanía al exvicepresidente chavista. Afirmó que Bernardo, junto con su hermano Tadeo, habrían casado de Venezuela unos 100 millones de dólares que el exministro de Petróleo presuntamente desvió de Pdvsa.
“Fuentes conocedoras de las negociaciones entre ambos países aseguran que Tareck el Aissami es quien más ha insistido en el negocio de la exportación de gas a Colombia y, pese a lo dicho por (el embajador Armando) Benedetti, del lado colombiano el negocio también se está moviendo entre actores privados”, publicó Armando.Info.
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