Tamara Adrián, diputada a la Asamblea Nacional, explicó este viernes que aunque el régimen de Nicolás Maduro se adueñe de las instalaciones de Directv, será imposible que recupere la trasmisión dado que lo que AT&T suspendió fueron las tarjetas de identificación venezolanas, por lo cual la señal del satélite no llegará a los decodificadores.
Por lo tanto, para reactivar la señal tendrían que tener la capacidad de reactivar las tarjetas decodificadoras. Acción que requiere la participación de AT&T desde Estados Unidos.
«Directv recibe en Estados Unidos las programaciones de los canales que transmite. Esta señal se recibe desde todos los países. Las procesa, los comprime y las envía a los 17 satélites que posee alrededor del mundo», dijo.
La señal de Venezuela se recibe a través del satélite DLA-1, el cual transmite para Argentina, Chile, Colombia, Ecuador, Perú, Uruguay, Surinam, Guyana y el Caribe, y hasta ahora Venezuela.
«Es decir, no hay un satélite para Venezuela sola», expresó.
Por ello, «la sentencia del TSJ usurpador es inejecutable. Lo que puede hacer la dictadura es robarse los activos, pero con eso no puede montar otra cablera», puntualizó.
Además, dijo que la incautación de bienes genera responsabilidad penal.
«Si al régimen se le ocurriera robar la señal del satélite y retransmitirla a través de otras cableras, sería otra causa de responsabilidad, y tal vez de acciones mayores. No hay manera de reactivar las tarjetas decodificadoras por la fuerza desde Venezuela», agregó.
Operar desde otro país
Asímismo, la legisladora explicó que teóricamente sería posible para cualquier persona en Venezuela recibir la señal de Directv en caso de tener un decodificador y tarjeta de cualquiera de los países donde llega la señal del satélite DLA-1.
Sin embargo, observó que ese proceso no es tan simple, entre otros factores porque además de poseer los equipos se tendría que pagar el servicio en el mismo país en el que están registrados el decodificador y la tarjeta.