A José Gregorio Álvarez, padre del joven Giovanny José Álvarez, asesinado el 19 de noviembre de 2016, no le quedó otra opción que hacerle un llamado al presidente del Tribunal Supremo de Justicia, Maikel Moreno, debido al retardo procesal que presenta el caso sobre del doble homicidio de su hijo, de 17 años de edad, y de Carlos Eduardo Gamardo Marcano, de 25 años de edad, agricultor y ganadero, ocurrido en la zona industrial de Maturín en el estado Monagas.
La prueba anticipada que había sido fijada para el miércoles 13 en el Tribunal Primero de Control de la ciudad de Maturín, estado Monagas, a cargo de la juez Laura Velásquez, fue diferida para el lunes 25 porque parte del expediente se perdió durante la mudanza de ese despacho. Las hojas extraviadas contienen las declaraciones del testigo presencial del suceso. La audiencia preliminar está prevista para el martes 26 de junio y espera a que se realice.
Álvarez señaló que es la decimocuarta vez que se suspende esa prueba por diferentes circunstancias. Agregó que igual número de veces se ha diferido también la audiencia preliminar. En el doble homicidio están involucrados funcionarios de Polimaturín.
Han transcurrido dos años y ocho meses de ese suceso sin que se haya hecho justicia. A Álvarez le llama la atención que en la mudanza del Tribunal Primero de Control se haya perdido precisamente la declaración del testigo presencial y se preguntó por qué no desapareció todo el expediente. “Esa es la parte más importante del expediente”, indicó.
El padre de Álvarez Carruyo sugiere al magistrado Maikel Moreno que se aboque a conocer lo que está ocurriendo con ese caso y que solicite información tanto a la juez del Tribunal 1º de Control como a la presidente del Circuito Judicial, Wendy Figarela.
En marzo, Álvarez se trasladó a Caracas para entrevistarse con el presidente del TSJ, con el ministro Néstor Reverol y con el fiscal general designado por la ANC, Tarek William Saab, con el fin de exponerles las irregularidades que se vienen presentando en ese caso.
El 19 de noviembre de 2016, Gamardo Marcano invitó al adolescente, que estudiaba tercer año de bachillerato en el liceo Luis Padrino, a que lo acompañara a la zona industrial a comprar charcutería. Ambos fueron ultimados a tiros en un área boscosa ubicada detrás de Embutidos de Oriente.
Al parecer los agentes se percataron de que el adolescente había hecho una llamada a un tío que laboraba en Polimaturín para informarle que él y Gamardo Marcano estaban rodeados por una comisión policial, por lo que procedieron a ultimarlos.
El padre del adolescente manifestó que hay ocho funcionarios de Polimaturín imputados por homicidio calificado con alevosía y uso indebido de arma de fuego.