En diferentes sectores de San Cristóbal se han reunido personas ajenas a esas comunidades para cometer excesos y alterar el orden público.
En la avenida Ferrero Tamayo de Pueblo Nuevo, al este de la ciudad, un grupo de jóvenes encapuchados retuvo unidades de transporte público y levantó una malla de construcción en la intersección de esta vía con la avenida Principal de Pueblo, según indicaron vecinos.
“No hemos podido dormir. A las 4:00 am pasaron los colectivos no en moto, sino en carros, y más temprano destrozaron el establecimiento de alquiler de maquinaria pesada. Esa gente no es de aquí, no los reconocemos”, comentó Carolina González.
Otro vecino señaló que hasta defecaron y orinaron en un centro de oficinas próximo a estrenar y amedrentaron al vigilante que les reclamó.
En la urbanización Rómulo Colmenares, al sur de San Cristóbal, vecinos se quejaron de las acciones policiales con el apoyo de personas ajenas al sector.
“No son de la comunidad, vienen de otros sitios. Lo que queremos es que nos protejan”, dijo Alba Valbuena, habitante de la zona.
“Nuestra lucha es pacífica, nuestros llamados son claros y transparentes. Rechazamos a estos grupos pequeños que no sabemos si son infiltrados del gobierno para generar caos y pánico, incluso para cometer fechorías al lado de una protesta que no es la que está llamando la MUD”, dijo Sonia Medina, diputada tachirense a la Asamblea Nacional.
En unos sectores están retenidas desde ayer unidades de transporte público y atravesadas en la vía. Por esta razón, el servicio urbano y suburbano fue suspendido para resguardar las unidades desde el miércoles a la 1:00 pm.
Víctor Velasco, presidente encargado del Sindicato de Transporte Urbano, señaló que la medida también obedece al atentado con bombas molotov contra un microbús de la Línea Santa Tersa, hecho en el que resultaron quemadas cuatro personas.
“No hay seguridad ni garantías para prestar servicio. Los transportistas rechazamos lo que están haciendo algunas personas”, dijo.