Una familia de seis integrantes, que regresaba al país procedente de Panamá, fue víctima de una comisión de la PNB cuando se desplazaba en una camioneta por la autopista Caracas-La Guaira, desde el Aeropuerto Internacional Simón Bolívar en Maiquetía. El domingo 3 se cumplieron ocho días del suceso.
El conductor del vehículo detuvo la marcha cuando fue detenido por una patrulla “con las siglas de la Policía Nacional Bolivariana”, de la cual descendieron unos funcionarios que vestían el nuevo uniforme camuflado, afirmó el denunciante, que pidió mantener en reserva su identidad.
A los viajeros les exigieron su documentación, pasaporte y cédula de identidad, y una vez mostrados se los llevaron en el vehículo que conducían.
En el trayecto los agentes indicaron al grupo familiar que a ellos los habían “pinchado” desde el aeropuerto internacional; es decir, alguien suministró información para que la PNB los detuviera. La familia fue abandonada en un sector de Caricuao y los agentes se llevaron la camioneta con el equipaje y demás pertenencias.
Una vez que pudieron salir de esa zona, la familia hizo la denuncia en la subdelegación del Cicpc de El Paraíso. Luego a la familia le informaron que la camioneta había sido localizada en La Yaguara, cerca de una dependencia de la PNB.
A ese caso se suma el de un joven que subía la autopista Caracas-La Guaira y lo detuvieron; como el vehículo que conducía estaba a nombre de un familiar, lo obligaron a devolverse a Vargas. Le pidieron 150.000 bolívares y como no los tenía en efectivo lo llevaron hasta un negocio en Naiguatá donde hicieron que pasara su tarjeta de débito por ese monto. En el local había otras personas que esperaban para pasar su tarjeta.
Ambas denuncias son procesadas por el Cicpc.
Dos familias. Hace más de 15 días dos mujeres que bajaban desde Caracas con destino a La Guaira fueron sorprendidas por una alcabala de la PNB a la altura del barrio El Limón donde hay un módulo que antes perteneció a la Policía Metropolitana.
Los jeeps en el que iban las dos amas de casa, que también trasladaban unas cajas, fueron detenidos y los agentes quisieron saber qué contenían los paquetes. Las mujeres indicaron que se trataba de una ayuda de alimentos, artículos de aseo personal y medicamentos que les enviaron familiares residenciados desde hace años en Estados Unidos, pero los policías comenzaron a solicitar facturas. No entendían que los remitentes de las encomiendas habían pagado impuestos y todo lo necesario en el país del norte.
Inicialmente amenazaron a las mujeres con llevarlas al Ministerio Público, pero luego que entraron al antiguo módulo de la PM se llevaron las cajas al segundo piso y las desvalijaron. Se apoderaron aproximadamente de 10 desodorantes, más de 15 rollos de papel sanitario, jabón de baño y 20 latas de leche para recién nacidos, además de medicamentos para diferentes dolencias.
Mientras esto ocurría las dos mujeres y los dos conductores de los jeeps permanecían en la planta baja del módulo.
Minutos después bajaron los funcionarios con las cajas ya tapadas y les dijeron que no se preocuparan que no las llevarían a la Fiscalía, que todo estaba bien y que podían retirarse.
Fue cuando llegaron a sus respectivas viviendas cuando las mujeres se percataron de que habían sido despojadas de gran cantidad de comida, utensilios de aseo personal y de las medicinas. Los medicamentos y la leche para bebés generalmente son donados a la gente necesitada.