Un grupo de presos recluidos en uno de los calabozos de la Dirección Nacional contra Extorsión y Secuestro del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas, ubicada en el Alto Hatillo, ultimó a otro recluso identificado como Kimber José Carrasquel González, de 28 años de edad, el miércoles en la madrugada y los familiares se enteraron del suceso ese mismo día en la mañana.
Carrasquel González fue detenido por funcionarios de esa dependencia el 18 de mayo del año pasado. Estaba solicitado por los delitos de homicidio y secuestro. Antes de ser aprehendido su nombre figuraba entre los 10 hombres más buscados en el país por los organismos policiales, según una lista emitida por el Ministerio del Interior y Justicia, además de la PNB.
Los parientes de Carrasquel González manifestaron desconocer cómo lo ultimaron, porque no habían visto el cadáver y nadie les había notificado cómo ocurrió el hecho. Era el segundo de cuatro hermanos y dejó hijos entre 9 y 2 años de edad.
La familia esperaba ayer la llegada de un fiscal del Ministerio Público que presenciaría la autopsia y participaría en el reconocimiento post mórtem.
Las policías lo mencionaban como lugarteniente de Adrián de Jesús Linares, de 24 años de edad, apodado el Koala, quien dirigía una banda que cometía secuestros extorsiones, homicidios y traficaba con armas de fuego y droga, y quien fue muerto por compañeros de su organización en la calle 9 de Los Jardines del Valle. Le dieron varios tiros y murió junto a un basurero. Vecinos que salieron temprano a trabajar vieron el cuerpo.
Las informaciones policiales indicaban que Carrasquel González habría asumido la dirección de la banda del Koala. Habría comenzado su carrera delictiva en los Valles del Tuy; luego se vino a Caracas para operar en El Cementerio y en la Cota 905.
Durante cuatro meses en calabozos policiales han ultimado a igual número de reclusos. El 7 de abril, en el calabozo 3 de la Zona 7 de la PNB, en Petare, donde antiguamente funcionó la Policía Metropolitana, los presos mataron a Ronald Daniel Subero Alcalá. El 28 de ese mismo mes, en un calabozo de la Zona 7, murió en una pelea entre privados de libertad, Carlos Enrique Pérez Gómez, de 21 años de edad, quien fue ahorcado.
El 15 de julio resultó muerto en la sede de la comisaría de la PNB, antigua sede de la Policía Metropolitana ubicada en San Agustín del Sur, Carlos Francisco Rangel Novaís, de 27 años de edad. Tenía pocos días de estar preso. A una prima que llegó a visitarlo le informaron que había muerto en una riña entre detenidos. Días antes, su hermano, Julio César Rangel Novaís, de 24 años de edad, pereció en un presunto enfrentamiento con la PNB en Gramoven, Catia. Esa vez Carlos Francisco fue detenido por la comisión policial.