Los presos de mediana seguridad de la Comunidad Penitenciaria Fénix del estado Lara fueron sometidos el domingo pasado a una requisa sorpresiva, cuando los sacaron a la cancha.
La información indica que el procedimiento se hizo con autorización del jefe de Regiones, Ender Ávila. Funcionarios de la GNB realizaron la revisión.
Los presos aseguraron al Observatorio Venezolano de Prisiones que el operativo se practicó sin la presencia de un fiscal del Ministerio Público.
Los encargados de la revisión alegaron que para hacer la requisa habían encontrado un facsímil de arma de fuego y una pistola tallada en madera, que mostraron a los presos.
«Ustedes se quieren alzar, esto no lo van a lograr», les habría dicho Ávila, de acuerdo con lo relatado por algunos presos.
Mientras Ávila hablaba, los guardias nacionales pasaban por cada fila y les daban patadas y golpes con armas de fuego largas.
Luego de varias horas de esos maltratos sacaron a los presos del área denominada mínima, y a otros de la de máxima seguridad y también los maltrataron.
A los del área de media les prohibieron visita y recibir comida y otros objetos que les llevan familiares.
«Nosotros estamos muy débiles, no estamos recibiendo alimentos y vienen y nos caen a palos», expresó un interno.
El OVP señaló que los reclusos denunciaron que un compañero de 65 años de edad se desmayó a causa de los maltratos.
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