Cinco hombres murieron en enfrentamientos con comisiones de la Fuerza de Acciones Especiales y un sexto individuo pereció cuando saltó de la terraza del edificio a un inmueble adyacente y cayó al vacío. El suceso se registró el martes en la noche en el edificio Negro Primero, entre las esquinas La Marrón y Doctor Paúl, en Catedral.
Después de que el control maestro de la Policía Nacional Bolivariana recibió una llamada anónima que indicaba que aproximadamente cinco o seis personas estaban en poder de un grupo delictivo en dos apartamentos de los pisos 3 y 6, que eran desvalijados, designaron una comisión integrada por funcionarios adscritos a las divisiones de Delincuencia Organizada y de Casos Especiales de la FAES que llegaron al sitio a las 9:47 pm.
Al irrumpir en uno de los apartamentos, los policías encontraron que los rehenes estaban amordazados y eran amenazados; entre ellos, a una persona mayor a quien le decían que abusarían de ella. Al verse descubiertos lo asaltantes trataron de huir a edificios adyacentes, pero optaron por enfrentarse a la comisión policial y originaron una confusión corriendo por diferentes pisos para así poder evadirse, hasta que fueron impactados por proyectiles.
Los rehenes fueron identificados como Noralys del Valle Linares Pérez, Cruz Ovidio Guanda Escobar, Ericka Yolexis Rojas de Rausseo, Julio Rafael Fuentes, Hipólito Pimentel Totumo y Maximiliano Rodríguez, además de la mujer de edad avanzada.
Uno de los que murieron en el intercambio de disparos con la FAES fue identificado como Crístopher Eduardo Verata Meléndez. El delincuente que murió al caer al vacío portaba una cédula de identidad a nombre de Jesús Enrique Rodríguez Rangel, de 27 años de edad; los demás estaban indocumentados.
Los heridos fueron trasladados a un hospital cercano al sitio del suceso, donde perecieron, y luego los llevaron a la morgue de Bello Monte, dependencia en la que serán sometidos a reconocimiento post mórtem en presencia de un fiscal del Ministerio Público.
Los funcionarios policiales incautaron cinco armas de fuego: dos Smith & Wesson calibre 38; un Taurus Special, calibre 38; una escopeta marca Remington y una pistola marca Smith & Wesson, calibre 3.80, que serán sometidas a prueba de balística, con la finalidad de establecer si están involucradas en otros delitos.
Al parecer los delincuentes integraban una banda conocida como Los Invisibles.
El edificio donde se registró el suceso, cuyo nombre original fue eliminado de la fachada, está invadido desde hace varios años y los nuevos habitantes lo llaman Negro Primero. Tiene 8 pisos.
Una persona que trabaja en esa zona comercial manifestó que en los edificios invadidos existen diferentes bandas delictivas que cometen delitos. Una habitante del Negro Primero no relató lo ocurrido y se limitó a admitir la situación de angustia que vivieron los ocupantes de ese inmueble.