La guerrilla y bandas delictiva aumentaron sus acciones criminales en los estados fronterizos de Venezuela con la intención de apoderarse de localidades y generar ingresos ilegales que les permitan mantener su alto poder de fuego y número de integrantes.
Así lo documentó la ONG Fundaredes en su reciente informe Contexto Violento, correspondiente a febrero. En el documento se asegura que en algunos delitos muchas veces estuvieron involucrados organismos de seguridad del Estado, que junto con grupos delincuenciales mantienen una espiral de violencia que vulnera a los ciudadanos y los somete a diversas dinámicas de convivencia impuestas.
Fundaredes concluyó que en febrero se registraron 64 homicidios, 24 desapariciones o secuestros y 12 presuntos enfrentamientos armados. Esos hechos ocurrieron en estados fronterizos y otros: Apure, Amazonas, Bolívar, Falcón, Táchira, Zulia, Anzoátegui, Sucre, Delta Amacuro, Guárico, Mérida y Nueva Esparta.
Bolívar se ubicó como la entidad con más índice de violencia general y la primera en la unidad de análisis de desapariciones o secuestros, con 13 casos registrados.
Fundaredes señaló que la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional, así como los grupos delincuenciales llamados sindicatos, dedicados a la extracción ilegal de minerales, mantienen el poder en los municipios que integran el Arco Minero del Orinoco.
Condiciones de esclavitud moderna
Imponen sobre sus habitantes condiciones de esclavitud moderna, abusos sexuales, sometimiento y desplazamiento forzado a los pueblos indígenas, titulares de los derechos de uso y aprovechamiento de los territorios en los que ancestralmente han vivido.
La organización indicó que durante sus investigaciones conocieron que con la Operación Roraima, desplegada por la Fuerza Armada Nacional Bolivariana para desarticular a grupos armados irregulares colombianos, más de cuatro comunidades indígenas de la parroquia Tumeremo sufrieron atropellos por militares y debieron desplazarse de forma forzosa de sus zonas de residencia.
Zulia con mayor número de homicidios
En el informe se agrega que en Bolívar también se registraron 11 homicidios, lo que refleja el alto índice de violencia, y un presunto enfrentamiento armado. Sin embargo, la organización aclaró que aunque este estado ocupó el primer lugar en los índices de violencia en el ámbito general, Zulia se mantiene como el territorio con mayor número de homicidios, con 16 registraron en febrero.
“Entre los acontecimientos que llamaron poderosamente la atención durante las investigaciones, destacan las presuntas muertes por enfrentamientos entre efectivos de cuerpos de seguridad y miembros de bandas delincuenciales que han buscado nuevos nichos para perpetrar la criminalidad”, señaló la ONG.
Agregó que en Zulia ocurrieron cinco casos de disputas, entre las que se destaca la muerte en Maracaibo de Sergio Ramírez Aguilar, alias Crispeta, quien pertenecía a la banda criminal Tren de Aragua. En la entidad también se computaron tres desapariciones.
Armados se fortalecieron
Fundaredes expuso asimismo que para febrero la criminalidad repuntó en Anzoátegui por la violencia generada por bandas delincuenciales dedicadas al robo, sicariato, extorsiones, tráfico y venta de drogas. Ese mes la entidad se posicionó con un alto índice de violencia, con un total de 12 homicidios, 1 desaparición y 2 presuntos enfrentamientos armados.
En el caso de Sucre, la organización determinó que se ha convertido en un territorio ideal para que los grupos irregulares ejecuten delitos como el narcotráfico y el contrabando de la minería ilegal procedente de Bolívar y Amazonas. Además, en febrero hubo acciones con motivo de extorsión, situación que mantiene en zozobra a comerciantes y empresarios.
Añadió que Delta Amacuro se ubica como una región donde las redes de trata y tráfico de personas sacan provecho de la necesidad que existe ante la emergencia humanitaria compleja con el fin de captar jóvenes y mujeres para sus filas. Así, se documentaron dos homicidios y dos desapariciones.