El cadáver de Francisco Maciano Sorsez, de 67 años de edad, de origen italiano, fue hallado el martes a las 10:00 am en el baño de su casa, en la calle Bracamonte de La Unión, El Hatillo. Fue asesinado a cuchilladas en el pecho.
El hallazgo lo hizo una hermana que fue a visitarlo. Encontró el cuerpo en el baño; estaba amordazado. En una de las paredes escribieron “por sapo”, con sangre de la víctima.
Marciano Sorsez era divorciado y padre de dos hijas. Vivía solo. Había estado residenciado en Rumania. Ya no trabajaba. Ocupó cargos ejecutivos en una entidad bancaria. Como en su casa tenía habitaciones desocupadas, alquiló algunas a obreros de una construcción cerca de su domicilio. Presumen que quienes lo mataron eran conocidos de la víctima, porque para entrar no violentaron los cilindros de la cerradura de la puerta.
Comisiones del Cicpc iniciaron la pesquisa para establecer el móvil del homicidio, así como para identificar y detener a los autores del hecho.
En otro suceso, Santos José Merchán, de 37 años de edad, desapareció desde el jueves a las 7:00 pm cuando salió de su domicilio, en Carapita, Antímano, junto con amigos con los que buscaba prendas de oro y plata en el río Guaire. No regresó a su residencia.
Los compañeros de Merchán le informaron a su familia que a él se lo habían llevado funcionarios de la GNB. Los parientes lo buscaron en diferentes destacamentos de ese organismo sin resultados. El domingo en la mañana hallaron un cuerpo en el río Guaire, a la altura de la estación Mamera. Un familiar fue a la morgue y lo reconoció. Tenía golpes en la cara y el pecho.