La Fiscalía General de Estados Unidos presentará cargos de delito de odio y buscará la pena de muerte para el autor de la matanza perpetrada el sábado en una sinagoga de Pittsburg, Pensilvania, en la que fallecieron 11 personas y otras 6 resultaron heridas.
“Estos presuntos crímenes son reprobables y absolutamente repugnantes de acuerdo con los valores de nuestra nación. Por ello, el departamento de Justicia presentará cargos de delito de odio, así como otros, contra el acusado, incluyendo cargos que podrían llevar a la pena de muerte”, declaró Jeff Sessions, fiscal general de EE UU, en un comunicado.
De esta manera, Rob Bowers, quien resultó detenido tras disparar de manera indiscriminada contra los parroquianos de la sinagoga al tiempo que gritaba que todos los judíos debían morir, se enfrentará a la pena máxima en los tribunales.
El jefe de la cartera de Justicia condenó un acto “vil” en el que fallecieron 11 personas inocentes cuando participaban en un oficio religioso en la sinagoga de la Congregación del Árbol de la Vida.
“El odio y la violencia en función de la religión no tienen lugar en nuestra sociedad”, consideró.
El anuncio del departamento de Justicia coincide con la línea marcada horas antes por el presidente Donald Trump, quien reclamó el endurecimiento de la leyes relacionadas con la pena de muerte.
“Hay que dibujar una línea y decir con fuerza ‘hasta aquí, nunca más’”, señaló el presidente durante un acto de campaña celebrado en Murphysboro, en Illinois.
La Casa Blanca sopesó la posibilidad de cancelar tanto este evento como otro organizado por asociaciones agrícolas, que tuvo lugar unas horas antes en Indiana, pero finalmente el presidente optó por participar en ambos eventos.
“No quiero que tengan que cambiar sus vidas por alguien que está enfermo y es diabólico. Tenemos nuestras vidas, tenemos nuestras agendas y nadie nos las va a alterar”, sostuvo Trump.