Los familiares de Erick Gastón, de 24 años de edad, aseguraron que no era un violador. Gastón tenía más de un año detenido en la Zona 7, en Boleíta, por el delito de hurto. Los detenidos lo mataron a cuchilladas anoche y luego lo decapitaron durante un motín.
Gastón era padre de tres niños: dos hembras de 4 años y 1 año de edad, y un varón de 5 años de edad.
Sus parientes explicaron que estaban en las adyacencias de la sede policial donde permanecen los familiares de los presos, entonando el Himno Nacional y voceando consignas.
Pedían a los PNB que permitieran la entrada a los medios de comunicación para que hablaran con los detenidos.
Los familiares de los presos también solicitaban la presencia de la ministra Iris Varela, así como de representantes del Ministerio Público.
Anunciaban que permanecerían en ese sitio mientras no supieran en qué condiciones estaban sus familiares que están presos.
Algunas madres se quejaron porque aproximadamente 12 detenidos padecen de tuberculosis y no reciben el tratamiento como lo recomendaron los médicos tratantes, sino 2 veces al mes.
Otra madre denunció que los familiares tienen que pagar diariamente 10.000 bolívares en se sitio de reclusión para que les pasen a los detenidos la comida y ropa.
Mientras los familiares de los presos protestaban, un contingente integrado por hombres y mujeres permanecía alerta, con escudos antimotín, a la entrada del estacionamiento de la Zona 7.