Los hermanos Marino Antonio Caldera Rojas, de 22 años de edad, y Jorvis José Caldera Rojas, de 23 años de edad, fueron ultimados por una comisión del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas en un presunto enfrentamiento en la casa de una vecina marcada con el número 15, calle La Lira, escalera 5 de Fila de Mariches.
Luis Rojas, tío de las víctimas, explicó que el hecho ocurrió el lunes a las 10.00 am cuando ambos se encontraban lavando su ropa en la platabanda de la casa de su abuela en la que tenían fijado su domicilio.
A esa hora la comisión policial había tomado todo el sector, mientras unos funcionarios subieron a los techos de las viviendas y entraron a algunas en busca de los dos hermanos.
Cuando a uno de ellos le dieron un tiro en una pierna, optaron por refugiarse en la residencia de una vecina desde donde llamaron a sus padres y se despidieron de ellos ante la presunción de que los iban a matar.
La escaramuza duró entre 45 minutos y media hora, antes de que la comisión ingresara a la residencia donde estaban; después, los policías derribaron la puerta de esa casa y dispararon contra los dos hermanos para llevarlos luego al Hospital de El Llanito donde ingresaron muertos.
Marino Caldera era mecánico de motos. Jorvis Caldera era padre de un niño de 3 años de edad. Era ayudante de albañil y estaba en condiciones de presentación ante un juzgado. El 14 de marzo se haría la audiencia para el juicio. Polisucre lo detuvo por presunto robo de celulares en unas escalera del barrio Mesuca, en Petare, y luego quedó en libertad. Los cadáveres de ambos presentaron tiros en el abdomen. Hace tres años el hermano mayor de los Caldera murió en un accidente de tránsito.
Parientes indicaron que cuando los policías llegaron a la casa manifestaron que los iban a matar porque estaban solicitados.