Efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana desmantelaron la banda criminal denominada Tren de la Muerte, que operaba en la ciudad de Cumaná, estado Sucre, al detener a tres de sus miembros en el punto de control de Peracal, en San Antonio, Táchira.
El periodista Jonathan Maldonado de La Nación reseñó que los uniformados, en sus procedimientos habituales, abordaron a Gabriel Malavé, quien entraba a la jurisdicción fronteriza en un taxi, proveniente de la ciudad de San Cristóbal.
Al introducir sus datos en el sistema, se percataron que el sujeto estaba solicitado ante las autoridades venezolanas por los delitos de homicidio intencional calificado con alevosía, posesión ilícita de sustancias estupefacientes y psicotrópicas, ocultamiento de arma de fuego y aprovechamiento de cosas provenientes del delito.
Minutos después, llegaron dos mujeres que decían conocer a Malavé e intentaron sobornar a los efectivos de la GNB. Les ofrecieron 1 millón de pesos a cambio de su libertad.
De inmediato, las mujeres fueron interrogadas y detenidas. Una de ellas fue identificada como María Eliza Vallejo, alias la Negra. Al ser verificada en el sistema, presentaba registros policiales por el delito de robo agravado y estaba solicitada ante el Tribunal Penal Municipal en Funciones de Control del estado Nueva Esparta.
La otra mujer fue identificada como Rosymar Andrade, alias la Peligrosa. Las tres personas capturadas fueron puestas a la orden del Ministerio Público.
El medio local reseñó que la intención de la banda era captar delincuentes para instalarse en La Parada, Colombia, y tener vínculos con el Tren de Aragua.