Kelvis José Barrios Barrios murió mientras era trasladado al hospital doctor Jesús Yerena, conocido como el hospital de Lídice, en la parroquia Sucre de Catia.
El suceso se registró el domingo a las 3:00 pm, en las afueras de una carnicería del sector, donde la víctima fue abordada por una pareja de motorizados quienes luego de robarle dos celulares, le dispararon sin piedad.
El muchacho de 29 años de edad, trabajaba en una peluquería situada en el Centro Comercial Plaza Las Américas, donde se desempeñaba como estilista profesional de figuras artísticas.
Era oriundo de Maracaibo, sector San Agustín y desde hacía seis años se vino a la capital y se instaló con una pareja, en el lugar donde ocurrieron los hechos.
En las afueras de la morgue de Bello Monte, Aracelis Barrios, madre del estilista dijo que su hijo se encontraba acompañado de una mujer y otro joven, quienes lograron escapar de los delincuentes.
“Cuando mi hijo le entregó los teléfonos, el malandro que manejaba la moto le dijo al otro que lo matara y ahora estoy llorando a mi hijo amado. Mi muchacho se vino a la capital con miras a tener un mejor futuro y mayor solvencia económica, para ayudarnos”, expresó Barrios, conmovida por el suceso.
Kelvin José era el sexto de 8 hermanos. Mensualmente le enviaba dinero a su madre en Maracaibo y ayudaba al resto de sus parientes. “Era un muchacho humilde, trabajador, con muchas aspiraciones en su medio de trabajo. Tenía muchos clientes y era muy querido”, sostuvo su hermano Kendrys Barrios.
Charallave. Otro robo se registró en el terminal de pasajeros Cristóbal Rojas de Charallave, el domingo a las 6:00 pm. La víctima respondía al nombre de Javier Saúl Martínez de 18 años de edad, quien trabajaba lavando y cuidando carros en las adyacencias de la estación de autobuses. Testigos les informaron a los familiares que un joven lo abordó para despojarlo de sus pertenencias, le disparó en dos ocasiones. Javier Saúl murió en el sitio.
Familiares que pidieron reservar sus nombres, señalaron que existen varios grupos de delincuentes que se dedican al robo. “Javier tenía clientes fijos, era conocido por los choferes y a veces lavaba los autobuses, con eso se ganaba su dinero diario y no se metía con nadie”, dijeron.
El joven mantenía una relación sentimental con una muchacha y vivían a una cuadra del terminal de pasajeros.
“No sabemos el nombre, porque Javier era reservado con eso. Lo que nos resulta extraño es que luego del suceso, esta mujer no atienda el teléfono o en ocasiones lo mantenga apagado”, expresaron los deudos del muchacho.
Finalmente expresaron que acudirán al Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas “para solicitar que interroguen a esa mujer y descartar si está o no implicada en la muerte Javier”.
EL DATO
Robos y asesinatos son los delitos que más se comenten en el terminal de pasajeros de Charallave. Usuarios reportan que los delincuentes quitan dinero y teléfonos de alta tecnología.