Los cuerpos sin vida de cuatro hermanos nacidos en Lorica, Córdoba, fueron encontrados en el lago Tarigua, en el municipio de San Joaquín, ubicado en el estado de Carabobo (Venezuela), presuntamente asesinados para robarles una lancha y elementos de pesca artesanal.
Las víctimas, todos pescadores, fueron identificadas como Wildemar, Wilfredo, Wilmer y Wilson Banda Rivero, quienes presentaban signos de tortura, y cuyos cadáveres estaban maniatados y flotando en las aguas del lago.
Familiares de los jóvenes, quienes residen en el corregimiento San Sebastián, en Lorica, Córdoba, dijeron que se enteraron de la noticia el pasado viernes, cuando las autoridades de ese estado alertaron sobre la presencia de los cuerpos sin vida.
Adela Reyes, tía de los cuatro hermanos, explicó que los jóvenes habían salido el pasado miércoles 7 de junio a pescar en el lago, como era su rutina diaria, la cual heredaron de su padre, quien los llevó a vivir a Venezuela. Allí, ante la falta de oportunidades laborales, los hermanos se dedicaron a ese oficio.
Aunque las jornadas de pesca eran extensas, jamás se habían ausentado más de 24 horas, lo que alertó a sus parientes, quienes pidieron ayuda a las autoridades venezolanas.
Fue un poblador de la zona el que alertó sobre la aparición de los cadáveres en el lago. Luego fueron corroboradas las identidades, que correspondían a los hermanos Banda Rivero.
La falta de dinero de sus familiares impidió el traslado de los féretros hasta su natal Lorica, por lo que tuvieron que ser sepultados este sábado en territorio venezolano. Sin embargo, parientes, amigos y vecinos en San Sebastián, Lorica, hicieron una colecta con el fin de suplir los gastos funerarios.
Aún las autoridades venezolanas no han entregado detalles sobre el caso, ni se conocen resultados de las investigaciones sobre los supuestos responsables.