SUCESOS

Agente del Cicpc y un sargento de la GNB muertos en menos de 24 horas

por Avatar EL NACIONAL WEB

A 50 ascendió el número de funcionarios entre policías y militares asesinados en la Gran Caracas en lo que va de 2018. El sargento mayor de segunda de la Guardia Nacional Bolivariana, Alberto Ygnacio Cobos Pinto, de 36 años de edad, fue hallado muerto junto con otro hombre desconocido el miércoles a las 7:30 pm, en el kilómetro 3 de la carretera La Yaguara-El Junquito en el sector Loma Andina. Los cuerpos fueron levantados y trasladados a la morgue por funcionarios  de la Subdelegación del Eje Oeste del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas.  Hasta el momento se desconoce la identidad de los autores de este hecho. 

En el sector las brisas de Charallave, en el estado Miranda, Jhon Vásquez, detective del Cicpc, adscrito al Departamento de Sustancias Químicas, en Paraue, estado Carabobo, fue ultimado de seis tiros por unos hombres desconocidos que se desplazaban en una camioneta marca Toyota, modelo Hilux de color blanco, el miércoles en la noche.

El mes pasado. En agosto se registró la muerte de varios funcionarios en distintas zonas de la Gran Caracas.

El 4 de agosto, 11 delincuentes que portaban armas largas ultimaron con más de 100 tiros y frente a sus padres al detective Kervinson Gabriel Aponte, de 23 años de edad. Antes de asesinarlo, los homicidas le dijeron que los policías no podían vivir en esa zona.

Una semana después, el 11 de agosto, un militar de la GNB, Juan Arteaga, de 23 años de edad, fue asesinado junto con un amigo que lo acompañaba, en el sector El Cristo en la carretera nacional, vía a Río Chico.  

El 12 de agosto el comisario jefe del Cicpc, Henry Asdrúbal López Tabata, de 50 años de edad,  murió de un tiro en la cabeza que le dispararon unos delincuentes que lo despojaron de su arma de reglamento y de un celular.

El 13 de agosto, el detective Anderson Javier Graterol, de 31 años de edad, iba camino a la casa de su padre cuando unos malhechores lo asesinaron de múltiples tiros. Luego de cometer el hecho, los homicidas arrojaron a los pies de su padre el carnet de identificación del funcionario.