El sacerdote Manuel Antonio Teixeira anunció que la Universidad Católica Andrés Bello planea abrir una cátedra en honor de José Gregorio Hernández y le dedicará, en mayo, su semana teológica.
Manifestó que el médico de los pobres es reconocido más allá de la fe católica y debe analizarse el impacto de su obra en la cultura, la medicina y la espiritualidad venezolana.
Tras 72 años de espera, este viernes Venezuela celebró la elevación a los altares católicos del doctor José Gregorio Hernández, luego de que el Vaticano certificara un milagro y aprobara su beatificación.
Para el doctor en teología Manuel Teixeira, director del Instituto de Teología para Religiosos y decano de la Facultad de Teología de la UCAB, la trascendencia del siervo de Dios va más allá de la fe católica y recae en su labor profesional, su vocación social y su cercanía, «características que lo convirtieron en uno de los laicos más insignes del país y han servido para que los venezolanos lo sientan como propio». «Sabemos reconocer gente buena», dijo.
El sacerdote considera además que la figura del beato forma parte de la «cosmovisión antropológica y cultural del país, en la que convergen lo espiritual, lo mítico y lo científico, sin que necesariamente esto tenga carácter esotérico, como muchos feligreses católicos extranjeros han opinado».
En una entrevista con El Ucabista, el decano propuso impulsar el estudio de la vida y obra de José Gregorio Hernández como parte de una realidad de tradición de fe de casi un siglo y como ejemplo de un modelo científico basado en el acompañamiento médico, vinculante y personal dirigido a los más necesitados.
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