La fundadora de la ONG SOS Orinoco, Cristina Burelli, advirtió que durante la fiesta en el tepuy Kusari, que generó un enorme escándalo en el país, los participantes quitaron una vegetación que no volverá a crecer.
En entrevista para el Circuito Onda, Burelli explicó que en los tepuy existe un ecosistema muy frágil que tiene más de 4 millones de años. Cuentan, subrayó, con una biodiversidad irrepetible.
«En las fotos se ve arena, eso es la desertificación, ahí no vuelve a crecer más nada. Toda la vegetación única que había en ese tepuy ya desapareció», indicó la defensora ambiental.
Denunció asimismo que tanto el aterrizaje del helicóptero como las pisadas de las personas afectan la vegetación.
«Hubo un daño ecológico, pero también moral. Lo particular es que sea una fiesta de mal gusto lo que ha movilizado a la sociedad civil a repudiar lo que está ocurriendo, pero no reclaman las más de 200 hectáreas de minería ilegal que hay en Canaima», lamentó.
El jueves el fiscal de Nicolás Maduro, Tarek William Saab, anunció una investigación sobre los daños causados en el tepuy Kusari luego del escándalo.
Saab indicó que a cargo de estas averiguaciones estará la Fiscalía 87 Nacional en Defensa Ambiental.
El periodista Jaime Garvett, del medio Primer Informe, reveló que la actividad forma parte de paquetes turísticos y sociales ofrecidos por el empresario Rafael Oliveros, presidente del Grupo La Marea y director del Campamento Canaima.
Como una muestra del tipo de «experiencias» turísticas que ofrece su empresa, Oliveros organizó una fiesta en la cima del tepuy Kusari el pasado viernes 4 de febrero para celebrar sus 50 años.
Oliveros invitó a un grupo selecto de amigos, «incluidas conocidas socialités de la clase alta en Caracas, operadores financieros, profesionales del sector y familiares del cumpleañero», quienes debían ir de traje formal tipo smoking y traje largo.