La abogada venezolana defensora de los derechos humanos Ana Leonor Acosta denunció este miércoles que se ha producido un «incremento en las torturas hacia mujeres presas por razones políticas» en el país caribeño.
«Desde la Coalición por los Derechos Humanos y la Democracia, estamos denunciando que la violencia de género es una forma de tortura. Hemos observado cómo en Venezuela se ha visto últimamente un incremento en las torturas hacia mujeres detenidas por razones políticas», dijo en un audio difundido por la oposición en sus redes sociales.
Acosta aseguró que «las mujeres en Venezuela no escapan de las arbitrariedades del gobierno de Nicolás Maduro y son, posiblemente, las más afectadas en su psique o su integridad personal, ya que son vejadas por los torturadores y este vejamen tiene un mayor impacto psicológico en las mujeres que en los hombres».
Subrayó que «los actos cometidos en contra de mujeres presas, además de constituir un mecanismo para reducir su dignidad humana, es una forma de violencia de género» que está definida en las leyes venezolanas.
Específicamente, detalló que «la práctica de estas formas de tortura aplicadas en su contra puede inscribirse dentro de las nociones de violencia psicológica, física y sexual» incluidas en la Ley Orgánica sobre el Derecho de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia.
La primera ley de violencia contra la mujer en Venezuela data de 1998 y la más reciente —la Ley Orgánica sobre el Derecho de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia— es de 2007 y contempla condenas a prisión con penas de hasta 20 años.
Según los últimos datos difundidos por la ONG Foro Penal, en Venezuela hay 261 personas detenidas que están consideradas como presos políticos, de los que 246 son hombres y 15 mujeres.
De los 261, 129 son civiles y 132 son militares, siempre según los datos difundidos por esa organización, dedicada a la defensa y promoción de los derechos humanos.