Las denuncias de los pacientes crónicos en rechazo al impedimento por parte de las autoridades para que puedan surtir sus vehículos de gasolina han sido muchas. En todo el país estos pacientes se han visto obligados a pasar horas en largas colas, por las que, en algunas ocasiones han perdido citas médicas.
Alex Rifo, paciente oncológico del estado Bolívar, no ha contado con suerte alguna para surtir gasolina, ni ahora ni antes de la cuarentena por la pandemia del covid-19, incluso con una carpeta llena de informes médicos.
Manifestó que en las excepciones a las restricciones para el suministro de combustible en la entidad, ellos no fueron tomados en cuenta, pues aunque la orden del régimen de Maduro fue que el sector salud, así como trabajadores de medios de comunicación, del sector alimentación y patrullas, podían comprar gasolina, en la práctica no ha sido así, reseñó el diario Correo del Caroní.
Rifo, quien desde hace 10 años padece de cáncer de piel y un seminoma clásico, señala que en ocasiones, funcionarios toman la decisión de priorizar a los pacientes renales, por ejemplo, y pasarlos, pero la mayoría de las veces no es lo que ocurre.
“Tengo una carpeta con toda clase de informes médicos, y me he tenido que calar mi cola para la gasolina. Ahorita que están más restrictivos, menos que menos tenemos apoyo, no estamos considerados en las prioridades, no sé cómo no previeron eso sabiendo que un paciente oncológico debe tener cómo desplazarse en caso de una recaída”, manifestó Rifo.
Pese a su condición, Rifo siempre ha estado muy activo en las movilizaciones políticas de calle. “No me he dejado decaer por la enfermedad y siempre he tratado de hacer conciencia de eso, aporto mi grano de arena, pero los pacientes oncológicos no tienen ningún tipo de asistencia de nada. Esta circunstancia actual nos complica mucho más. Hay una gran cantidad de pacientes oncológicos que se están viendo muy afectados, y están los pacientes renales también, y no hay representatividad de ningún lado para hacer un reclamo, somos el grupo de cero importancia”.
Por su parte, Luisa Rojas, también paciente oncológica, indicó que en una ocasión le pidió a un guardia en la Base Aérea Baméndez, en Puerto Ordaz, que la dejara surtir de gasolina porque tenía cita médica, pero solo recibió gritos y la orden de que se devolviera a su lugar.
“Yo tenía que ir a hacerme un tratamiento en el hospital de Ferrominera. Como la cola no avanzaba y veía que pasaban a otros carros, me acerqué al guardia para pedirle apoyo. Me gritó que me alejara, que me fuera al carro, y me roció con el líquido ese que ellos tienen para desinfectar. Al rato fue que nos marcaron a todos los del sector salud y los pacientes para que pasáramos a echar gasolina”, contó.
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