Sobrevive al coronavirus en Paracotos: sin gasolina, oxígeno ni ambulancias

Rafael Inciarte* tiene 55 años de edad. Su oficio de comerciante le ha permitido movilizarse a pesar de las limitaciones. Los constantes viajes, especialmente en la Gran Caracas, y los contactos significativos lo llevaron a contraer coronavirus. Y aunque no se ha hecho la prueba PCR para comprobarlo, tiene la certeza de haberse contagiado.

“Era algo que temía, pero que era muy difícil de evitar, a pesar de que me protegiera. Era casi que inevitable. Uno trata con mucha gente todos los días”, señaló.

Vive en Paracotos, a 84 kilómetros de Caracas, donde se las ha tenido que arreglar, encerrado en su casa, para superar la enfermedad.

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“Esto es un pueblo, muy rural. No hay ni un cajero ni un banco. Frío en las madrugadas, montañoso. El límite de los Altos Mirandinos”, indicó.

Es la tercera población del municipio Guaicaipuro, en el estado Miranda.

En Paracotos no hay ambulancia

“Aquí hay un ambulatorio, pero es mentira que uno se va a tratar esto allá. No hay atención adecuada. Es un riesgo. No hay oxígeno desde hace meses y tampoco una ambulancia. Ya a las 8:00 pm está cerrado”, advirtió Inciarte.

Por eso, Inciarte decidió pasar la cuarentena en su casa, sin decirle nada a nadie. “La mejor atención cercana en salud es ir a Los Teques o a La Victoria, o finalmente ir a Caracas. Pero con esta escasez de gasolina cómo se mueve uno”, señaló.

“No quise someterme al estrés que representa que te miren mal, que te confinen a un cuarto y no dejen que nadie te visite. Hay muchísimos casos donde casi ni de comer te dan. Para eso me quedo en mi casa”, explicó.

El inicio de la enfermedad

Lo peor han sido los dolores de cabeza y fiebre. Le empezaron hace 15 días. “También tuve mareos y debilidades. Todo parecía indicar que tenía coronavirus. Comencé a tomar acetaminofén y a prepararme algunas infusiones con hojas de guayabo y conchas de naranja”, relató.

“Me alarmé cuando me di cuenta que perdí el olfato y el gusto. Había una comida quemándose y ni me enteré. Solo cuando vi el humo comprobé que la cosa era seria. Me mojé las manos con vinagre y me di cuenta que no olía nada”, manifestó.

Inciarte consultó con un médico conocido que le confirmó que los síntomas estaban asociados al coronavirus. Le dijo que se aislara, que descansara y tomara acetaminofén.

Ya estoy saliendo de la enfermedad, pero todos los días los vivo con zozobra. Si me da una complicación respiratoria no sé lo que voy a hacer. Estas últimas noches he tenido arritmias cardíacas que me hicieron pensar que lo mejor es salir de acá, pero a los hospitales del gobierno no voy a pasar calamidades sin necesidad”, advirtió.

El estado Miranda, donde se ubica Paracotos, es la segunda entidad con mayor cantidad contagios por covid-19 en Venezuela con más de 10.000 casos. Se ubica después de Distrito Capital y antes de Zulia, Apure y Vargas, según las cifras oficiales.

*Identidad resguardada a solicitud.

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